Gerol

Algo que decir ·

«Señores dueños del sector hostelero, no confíen demasiado en la durabilidad que ofrece este grupo de aspirantes a médico o biólogo porque lo natural es que les dejen tirados en cuanto les salga un curre de lo suyo»

Estoy casi seguro de que la mayoría de ustedes conoce más camareros que ingenieros y arquitectos juntos y sumados. Aunque los hay buenos y malos, su tarea es compleja y no siempre bien pagada, a pesar de que un barman con el ceño retorcido puede ... ser más perjudicial para el negocio que una ensaladilla pocha. Los dueños de algunos locales de comidas y bebidas se quejan de la escasez de auténticos profesionales, por lo que cuando pillan a uno bueno procuran no soltarlo aunque tengan que subirle el sueldo. Para servidor, ir a un sitio donde los camareros son siempre los mismos es garantía de buen servicio y de un salario digno para quien se esfuerza en hacer felices a los clientes, que a veces se logra con muy poco: un saludo, una sonrisa, una caña bien tirada o el cortadito como mandan los cánones cafeteros.

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Aprovechando que este reportaje coincide con la prueba de acceso a la universidad a la que se someten hoy mismo setecientos y pico estudiantes, me pregunto cuántos de ellos acabarán despachando copas una vez terminada la carrera elegida. Pero, señores dueños del sector hostelero, no confíen demasiado en la durabilidad que ofrece este grupo de aspirantes a médico o biólogo porque lo natural es que les dejen tirados en cuanto les salga un curre de lo suyo. Y otra vez a buscar personal y a quejarse de lo difícil que es encontrar camareros eficientes que no estén siempre de mal gerol.

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