Conviene detenerse a reflexionar sobre la perfección de la maldad. La geometría de la maldad mantiene inalterables sus postulados desde el despertar de los tiempos. La maldad como cara oculta del comportamiento de la razón. La maldad como perfecta impulsora de las máquinas bélicas y ... de la conciencia de los gobiernos. No puede haber maldad en el pétalo de una rosa, en el vaivén del viento, en la cresta de una ola, en la simetría de un cristal, en el canto de un jilguero, en la plegaria de un hombre bueno, en un quark y en el quasar en la imaginación de un niño.

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En el fondo constitutivo de la maldad hay energía y acción destructiva y también una acusada tendencia a la inanición, la ambición y el tedio. Todo ser humano transporta un misil cargado en su corazón y un detonador en su mente. Pero eso no es lo grave, peor cuando el corazón del hombre es una industria nuclear y su cerebro un supermercado de compra y venta. Los tiempos del paraíso han desplazado su ecuador hacia el desierto nuclear.

Suenan todas las marchas y fanfarrias militares pues ha nacido el hijo predilecto de los misiles; la imposible paz, la cotidiana guerra regional de los nacionalismos e imperialismos.

Las generaciones están obligadas a superarse a sí mismas. y es este diseño de calidad el que obliga a las nuevas generaciones a suicidarse en fraudulentas quimeras. La sociedad presenta aspectos misteriosos para sus individuos y para ella misma. El dolor es la memoria más viva.

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