Generosidad que abruma

Además, gratifica saber que alguien se dedica a estas tareas en un momento tan desalentador como el que estamos padeciendo tras ese incendio que ha arrasado miles de hectáreas que tardarán muchos años en revivir. Y aunque ignoro si alguna sección del Itacyl investiga cómo recuperar lo antes posible los terrenos yermos, espero que no dejen en el desamparo a los agricultores y ganaderos que lo han perdido todo y por mucho tiempo.

Creo que este organismo, al igual que otros similares que también se dedican a investigar cómo mejorar las cosas de comer, es ahora más necesario que nunca y confío en que los Gobiernos nacional y regional pongan recursos suficientes para que ninguna línea de trabajo se abandone por falta de medios materiales.

De todas formas no es una buena señal que cuando el presidente Sánchez recorrió el área devastada por las llamas anunciara una inversión de dos millones de euros «para la recuperación de la zona». Don Pedro: tanta generosidad nos abruma…