Millán Salcedo y Josema Yuste, Martes y Trece, en 1995. El Norte

Generación Tik-Tok

«Claro que hoy, al ritmo que avanza la tecnología, basta con despistarte un par de semanas para quedar anclado en la generación anterior»

Eduardo Rodríguez

Valladolid

Martes, 7 de julio 2020, 08:11

El tiempo pasa para todos, pero hay momentos en la vida en los que descubres que te estás haciendo mayor. Por ejemplo, cuando te apetece ver un nuevo programa en La2 que dedica monográficos a los 'Tesoros de la tele' y casi todo lo que ... allí aparece te produce nostalgia. Revivir a la mejor Raffaela Carrá o los inolvidables 'sketches' de la bicicleta sin sillín y el detergente Gabriel de Martes y Trece, no tienen precio. Sí, todo un síntoma de que nos hacemos mayores y de que las canas han ganado la batalla. El colmo ya es cuando los críos que juegan al balón te piden que les devuelvas la pelota con ese «¡eh, señor!» que se te clava en el alma. Lo escribo porque me ha pasado.

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Claro que hoy, al ritmo que avanza la tecnología, basta con despistarte un par de semanas para quedar anclado en la generación anterior. Ya no puedes hablar de Facebook, Twitter..., ni siquiera de Instragram con tus sobrinos. Te echan una de esas miradas que tú echabas a tus padres cuando intentabas explicarles que necesitabas ocupar la línea telefónica de casa durante horas para conectarte a una cosa llamada Internet.

Hoy, lo 'cool' es Tik-Tok, la red social que ha captado a millones de preadolescentes de todo el mundo dispuestos a casi todo por un 'like'. Niños entrenados para estar ansiosos por convertirse en animales de circo y ansiosos por no serlo. La codicia por la celebridad del instante, la obsesión del mí mismo, habilitada por los efectos falsos de creer que ahí, en el refugio de la superficial creatividad, reside la felicidad. ¿Qué puede salir mal? No sé, quizá va a ser verdad que me estoy haciendo mayor.

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