Aquí hay gato encerrado

En la foto, cubierta de grises y blancos para incentivar la confusión, hay 78 palomas y un gato. Lo que viene a ser que la imagen, se mire por donde se mire, tiene 'gato encerrado'.

Resulta apasionante el desafío porque, a medida que avanza el crono, crecen los nervios y con la tensión acumulada la vista se nubla, y si la vista se nubla, al final no hay forma de encontrar al endiablado y malvado gato que se oculta entre paloma y paloma.

No es que el reto tenga una trascendencia extraordinaria, pero lo cierto es que termina picando la curiosidad y animando a la participación.

Si apasionante es descubrir dónde se encuentra el 'gato encerrado' en el reto digital y viral, no lo es menos intentar descubrir otro tipo de 'gatos encerrados' en terrenos tan singulares como la política.

En el PP leonés, por ejemplo, se han pasado los últimos días entretenidos en este apasionante juego. Se intenta descubrir en las filas populares leonesas si en las listas al Senado para el próximo domingo hay 'gato encerrado'.

Y dese luego que lo hay, a tenor de los movimientos vividos en esas jornadas, de las tensiones provocadas en los últimos días y de las estridentes diferencias entre quienes forman esa candidatura a la Cámara Alta.

Antonio Silván, exalcalde de la capital y hoy al frente de la oposición municipal, no se fía ni un pelo de Javier Santiago Vélez, compañero de partido y alcalde de Almanza por mayoría absoluta.

¿Tiene razones Silván para recelar de Vélez? Claro, exactamente las mismas y objetivas razones que tiene Vélez para recelar de Silván. Que ambos se miren de reojo siendo compañeros de partido evidencia que esta candidatura fue mal engendrada. Aquí hay gato encerrado.

No es fácil retirar del número 1 de la lista a quien ha vencido en su municipio y lo ha hecho obteniendo todos los ediles en juego, y relegarle por quien atesora un amplio historial político, pero que se ha visto seriamente castigado en la confianza popular. Lo ocurrido tiene apariencia de desaire.

Conocida la distancia que a ambos separa la política que hoy les debería unir, lo cierto es que la lista al Senado por León se ha convertido en un intenso y entretenido campo de batalla.

Silván y Vélez se disputan, sobre el papel, un único sillón en el Senado. Ninguno se fía de su oponente, y eso ha llevado a una pugna por la 'x' que el elector debe marcar en la papeleta. Cada uno recurre a sus fieles y lo hace de forma tan intensa que hoy se ha caído en una verdadera guerra de guerrillas. 'Marca mi nombre e ignora a mi compañero', es el lema.

Hay quien, en el colmo de esta guerra sin cuartel, ha llegado a promover grabaciones de audio a su rival, que han sido llevadas a Génova como sinónimo de deslealtad al partido. Una artimaña de descrédito que se descalifica por sí misma, pero que es real.

Génova, por el momento, no mueve ficha. Eso sí, sea quien sea el ganador y sea quien sea el perdedor en esta cita electoral al Senado, las consecuencias se extenderán mucho más allá del 10-N. La guerra en el seno del PP ha vuelto a comenzar. Y hay gato encerrado.