La trampa presupuestaria de Mañueco

Mañueco ha presentado unos presupuestos tan tramposos que se ha lanzado a explicar el reparto por provincias sin tener aprobado siquiera el techo de gasto. Lo ha hecho porque realmente no quiere el presupuesto. Solo quiere la campaña de propaganda.

Mañueco no espera que haya debate. De hecho, lo teme. El presidente es incapaz de asomarse a un debate presupuestario en minoría. Un debate en el que se podrían aprobar enmiendas que alterasen el sentido de estos. Mañueco no respeta el parlamento. Lo hemos comprobado en múltiples ocasiones, la ultima cuando se ha negado a cumplir la voluntad mayoritaria de acabar con su nueva «Fundación» Castilla León.

Las cortes son una pesadilla para Alfonso cuando está en minoría. El solo acude a leer el papelillo que le haya escrito Julio, o quien sea, durante el turno de preguntas y después se apresura a salir corriendo. Su especialidad no es el dialogo o el acuerdo. Su especialidad es la trampa, el engaño, la compra de voluntades, el navajeo de trastienda, el asesinato civil. En eso es todo un experto. Nadie como él sabe mover sus peones en la trastienda mediática. Si eres leal tendrás premio, si no, castigo. «Si quieres que esto pare solo tienes que decirlo» le oí decir una vez a una compañera que sufría un duro acoso por parte del Gurtell Daily Chronicle. Las comparecencias sin preguntas y el «solo gráficos» son su especialidad, pero las Cortes son un infierno. Un auténtico infierno

Un gobierno en minoría tiene que pactar, dialogar y acordar. Este es el momento de la política parlamentaria. El momento de la democracia, la auténtica democracia parlamentaria. Por eso resultaría incomprensible que los partidos representados en las Cortes se negasen a debatir enmiendas justo en la única ocasión en la que estas pueden salir adelante. La actual situación permite la geometría variable. Hemos visto ya aprobar propuestas a todos los partidos con el voto en contra del PP. Eso es la política. La búsqueda del acuerdo del mínimo denominador común, de la mejora incremental. Las cortes de Castilla y León tienen hoy esa ocasión, quien se niegue a ello hace un flaco favor a sus representados y se hace un flaco favor a sí mismo.

El debate presupuestario es además el debate político esencial. El debate sobre nuestras prioridades, sobre nuestras ofertas a los ciudadanos. No debatirlo impide conocer esas propuestas y las posturas de los demás sobre las mismas. ¿Por qué no una enmienda ELA ahora que se puede? ¿Por qué no la reforma de la atención primaria? ¿Por qué no una enmienda a ley de acompañamiento que mejore la ley de transparencia? Es absurdo negarse a poner a todo eso sobre la meda y hacer que los partidos se manifiesten

Por último. La intención secreta de Mañueco es alejar lo más posible esta previsible derrota de los presupuestos de la campaña electoral. Mañueco pretende una sola votación y una sola derrota y todo ello muchos meses antes del escenario de campaña. Cuanto mas se alargue el debate y más se acerque este a la previsible campaña más sufrirá. Cuantas más derrotas en el parlamento más difícil tendrá alcanzar su sueño dorado de alcanzar una mayoría absoluta. Una mayoría que solo podría alcanzar por incomparecencia de la oposición.

Este miércoles se juegan muchas cosas en la política de esta comunidad. No estaría de mas que, por una vez, pusiésemos las luces largas y dejásemos de pensar en lo inmediato y pensásemos mas en los ciudadanos. Esta comunidad no necesita solo una derrota de Mañueco. Necesita una alternativa. Para eso cuanto más debate y más acuerdo mejor. No nos hurtemos a nosotros mismos la posibilidad de debatir y acordar. Sera la manera de construir. Sera en beneficio de todos.

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