Borrar
Placa dedicada a Miguel Ángel Blanco. Igor Aizpuru
ETA, el final del silencio

ETA, el final del silencio

La cantina del calvo ·

Nos hemos acostumbrado a refugiarnos en el silencio para evitar abrir heridas a pesar de ser muy conscientes de que aún no están del todo cicatrizadas

Miércoles, 20 de noviembre 2019, 07:30

No es la primera vez que escribo sobre él y su obra, ni, me temo, será la última. Todo lo que lleve la impronta de Jon Sistiaga merece la máxima difusión.

La nueva flota audiovisual que capitanea este donostiarra navega por las turbulentas aguas ... de nuestra memoria histórica. Esas que tanto nos cuesta surcar, aguas agitadas por corrientes que nos abochornan y por olas que preferimos eludir en vez de afrontar. Más aún si, como es el caso, se han tragado tantas vidas como lo hizo el conflicto vasco. Bajo el título: 'ETA, el final del silencio', recoge, en seis píldoras de magnífica factura, el antídoto para tratar de erradicar esa enfermedad invisible y mortífera que es el olvido. En nuestro país es ya endémica. Nos hemos acostumbrado a refugiarnos en el silencio para evitar abrir heridas a pesar de ser muy conscientes de que aún no están del todo cicatrizadas. Y no lo están precisamente por eso, porque los conflictos como este no solo dejan víctimas mortales, dejan incontables muertos vivientes: miles de familiares y amigos que nunca recuperaron sus vidas, decenas de miles que sufrieron indirectamente, y los millones que seguimos sin comprender ni asimilar por qué los herederos de la causa abertzale aún no han condenado públicamente la barbarie ni han pedido perdón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla ETA, el final del silencio