De feria

En las últimas semanas, el avance de la vacunación ha permitido aliviar el yugo de las restricciones. Se nos plantea despojarnos de la mascarilla al aire libre donde no conviene olvidarse de que la distancia de seguridad sigue siendo imprescindible para evitar la transmisión.

Aunque las barras de bares y restaurantes ya han sido colonizadas en el interior, ahora toca ocupar las del exterior, pero a diferencia de otros años, condicionadas por un protocolo anticovid imprescindible. Hosteleros y feriantes se han propuesto recrear un escenario de normalidad y de momento ya han recibido fumata blanca por parte del Ayuntamiento. Los fuegos artificiales volverán a iluminar nuestras retinas y el Real de la Feria recuperará las atracciones, incluida la noria, con todas las medidas de seguridad. Geles, colas y controles de aforo marcarán la vuelta de una Feria al aire libre, pero sin plena libertad.

El destello del festejo no ha de distraernos de la realidad. La mascarilla puede dejarse en el bolsillo, pero no así el sentido común.