RODRIGO JIMÉNEZ

Feliz natalidad

EL LUCERNARIO ·

Con una inflación galopante, unida a las incertidumbres laborales, las administraciones tienen que arrimar más el hombro y apostar por una política de natalidad más responsable y comprometida

Laura Ríos

Valladolid

Lunes, 26 de diciembre 2022, 00:06

Uno de los indicadores del bienestar de una estado lo revela el índice de natalidad. Dejar descendencia va más allá de la propia decisión personal e influyen factores condicionantes como la estabilidad económica. Para ser honestos no está el horno para más bollos y aunque ... resulte un tanto fría la reflexión, sacar un hijo adelante cuesta cada mes algo más de 600 euros. Tal y como está el panorama, con una inflación galopante, unida a las incertidumbres laborales, las administraciones tienen que arrimar aún más el hombro y apostar por una política de natalidad más responsable y comprometida. Los subsidios están demostrando quedarse cortos para repuntar el número de nacimientos, así que si nadie pone el cascabel al gato, nos acabaremos extinguiendo, más que como especie, como sociedad. Es preocupante que ya nadie se haga cargo de este gran desafío.

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Seguimos perdiendo población, unos más que otros, pero nadie dispone del bálsamo de Fierabrás que contenga una hemorragia por la que se escapan miles de oportunidades. 14.000 en Castilla y León, según el último padrón municipal del año 2021. Esta realidad no es exclusiva de esta comunidad, hay otras regiones que también cargan con la losa de la despoblación, entre ellas Asturias.

Los que nacen, se marchan y los que debían nacer, no llegan. Nos hemos instalado en la comodidad. Ya no nos vale el modelo de familia austera que recibió a su hijo para celebrar la feliz natalidad.

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