'Laudate Deum'. Un empujón para la Cumbre de Dubái
El Papa le pide a la Cumbre que acelere la transición energética, alcanzando acuerdos eficientes, obligatorios y que se puedan monitorear
Félix A. Revilla, sj
Jueves, 5 de octubre 2023, 00:04
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Félix A. Revilla, sj
Jueves, 5 de octubre 2023, 00:04
El papa Francisco es probablemente el único líder mundial con libertad para hablar sin pleitesías, con autoridad moral y con un mensaje de esperanza para el mundo en que vivimos. Por eso su palabra a escasas semanas de la COP28 es sumamente importante. Porque ... nos jugamos mucho, el Papa baja a la arena a pelear por lo que cree irrenunciable en este momento. Y no es normal que un Papa baje a la arena a batirse el cobre.
El día 4 de octubre, día de San Francisco de Asís (en el Vaticano no se da puntada sin hilo), ha promulgado una exhortación apostólica titulada 'Laudate Deum dirigida' «a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática».
Ya tenemos tema. El Papa habla sobre la crisis climática.
El esquema que subyace a esta exhortación encaja bien con el mismo esquema que se vislumbra en la Laudato Si´ y que es clásico del análisis de la realidad en círculos cristianos y en otros: VER, JUZGAR, ACTUAR. Y el contenido coincide en muchos aspectos con la Laudato Si´ pero ciñéndolo a un problema concreto: la crisis climática.
VER. Comienza confirmando el consenso científico sobre la realidad de la crisis climática con toda su gravedad, para señalar la urgencia y proponer caminos que abran horizonte a la Humanidad. «No estamos teniendo reacciones suficientes ante este problema mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando» y amenaza a la propia existencia de la Humanidad.
¿Parece mentira no? Que la crisis climática haga pensar en un verdadero drama y como en la película 'Don't look up', no queramos mirar. Pero así es.
JUZGAR. Hay varios procesos que favorecen el cambio climático y la falta de reacción ante este problema. Tiene causas antrópicas. ¡Vivimos en el Antropoceno!
1.- Más paradigma tecnocrático. Ya en la 'Laudato Si' denuncia en el capítulo tercero titulado La Raíz humana de la crisis ecológica este paradigma tecnocrático, que es la cosmovisión dominante del mundo actual que nos hace creer que el poder humano puede desarrollarse sin límite y que para este desarrollo toda la realidad no humana, y la humana también, son recursos a su servicio. La tecnología (que se basa sobre todo en el extractivismo) actúa como un instrumento que retienen los poderes económicos y financieros para la dominación. Nos lleva a un callejón de salida, con la promesa de que la tecnología ira solucionando los problemas que vayan surgiendo. La gran mentira.
Las élites económicas que manejan la tecnología «han convertido la casa común en una cueva de ladrones», podríamos decir parafraseando a Jesús expulsando a los vendedores del templo.
2.- Es necesario pues repensar nuestro uso del poder. El mundo en que vivimos no es un objeto de libre uso y abuso. Somos parte de esta realidad, somos parte de este mundo y todo lo que ocurre en él nos afecta. Somos tierra, somos agua, somos aire.
Hay que repensar pues el poder humano, su concentración en pocas manos sin escrúpulos, el desarrollo de la responsabilidad y la ética, pues ya somos seres muy peligrosos para la supervivencia del planeta y de la humanidad.
3.- El aguijón ético. Los intereses egoístas que hay detrás de muchos proyectos que afectan al medio ambiente y a la justicia social tratan de tapar con marketing e informaciones falsas. El Papa pone ejemplos bien concretos.
La lógica del máximo beneficio vuelve imposible cualquier preocupación por la casa común o por mejorar la situación de los descartados. Esta idea del Papa Francisco recuerda aquella frase del asesor de la ONU J. Ziegler «la maximización del beneficio es la estrategia asesina de las multinacionales». Sorprende el interés de las multinacionales por la sostenibilidad, o por los ODS sin arriesgar nunca sus resultados económicos, sino más bien aumentándoles. Como dice el pastor personaje de un libro de Gustavo Duch: «Al cacique hay que temerlo tanto cuando quita como cuando da».
Incluso alude Francisco a que a veces cuando se habla de la meritocracia lo que se busca es consolidar más aún los privilegios de unos pocos.
4.- La debilidad de la política internacional. La situación de globalización de nuestra realidad exige nuevas formas de gobernanza. Gobernamos casi igual que hace 80 años en un mundo totalmente otro. La sola acción de los gobiernos nacionales no parece suficiente para avanzar en el camino de la justicia y la solidaridad. Se necesitan organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común, la justicia, el respeto a los derechos humanos. En este sentido el Papa aboga por la multilateralidad, acuerdos multilaterales entre estados, organizaciones multilaterales, con nuevos aires, mayor participación de l sociedad civil, con mayor actuación del principio de subsidiariedad. Y una renovación de la vieja diplomacia en búsqueda de nuevos procedimientos de toma de decisiones. «Ya no servirá sostener instituciones para preservar los derechos de los más fuertes sin cuidar los de todos».
ACTUAR. Las conferencias sobre el clima. Avances y fracasos. La proximidad de la COP 28 a celebrar en Dubái dentro de unas semanas es sin duda uno de los motivos principales de la publicación de esta exhortación.
La 'Laudato Si' se publicó el 15 de mayo de 2015 unos meses antes de la Cumbre de Paris (COP 21) que se celebró entre a finales de 2015. Y ya entonces se reconoció la importancia que tuvo esta Encíclica para los trabajos y acuerdos alcanzados en París. Pero en general los acuerdos adoptados en las diversas cumbres han tenido escasa implementación con frecuencia debido a los egoístas intereses nacionales por encima del bien común.
¿Qué le pide el Papa a la cumbre de Dubái?
En sus propias palabras «una marcada aceleración de la transición energética, alcanzando formas vinculantes a acuerdos que sean eficientes, que sean obligatorios y que se puedan monitorear».
Esto supone iniciar un proceso que sea drástico, intenso y en el que se comprometan todos. Hay que lograr que la COP 28 sea histórica y nos honre y ennoblezca como seres humanos.
Cada vez quedan menos oportunidades de evitar el desastre.
Termina la exhortación exponiendo los motivos espirituales que hacen que para un cristiano este trabajo político (en la polis) es parte irrenunciable de nuestro seguimiento de Jesús.
Debemos acompañar los necesarios cambios estructurales y en el ejercicio del poder con los pequeños cambios, personales y sociales que están a nuestro alcance y que crean una nueva cultura que puede tener mucha fuerza para el cambio. Seamos creativos culturales allá donde desarrollamos nuestra actividad.
Y esta es la última frase: «Alaben a Dios es el nombre de esta carta. Porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor enemigo para sí mismo».
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