Este equipo de gobierno municipal no será recordado como aquellos faraones que dejaron su impronta en obras monumentales que varios siglos después seguimos admirando y visitando. La suya es una apuesta menos vistosa y más barata, aunque estoy seguro de que habrán valorado los pros ... y los contras de evitar grandes infraestructuras y ser los impulsores de carriles bici y calles peatonales que, según dijo ayer mismo el señor alcalde, están convirtiendo a nuestra ciudad en un referente de movilidad sostenible comprometida en la lucha contra el cambio climático. Y aunque la apuesta puede no agradar a todo el mundo, la están ejecutando sin complejos.
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Gracias al tesón de los que cortan el bacalao en el Ayuntamiento, el centro ya reserva espacios para las dos ruedas, actuación que también se traslada a sitios más alejados como la avenida de Gijón frente al colegio de Cristo Rey. Ahora toca modernizar la calle Madre de Dios, que seguirá soportando coches pero será urbanizada, arbolada, embaldosada y con carril bici de ida y vuelta, tarea que nos costará alrededor de un millón de euros, suficiente para esperar que quede algo mejor que algunas otras céntricas ganadas para los viandantes. Nadie del grupo que rige la capital pasará a la historia como el Faraón I de Pucela, pero será rememorado por ciclistas, peatones y conductores, aunque cada uno lo hará por motivos diferentes. Es lo que hay...
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