Estereotipos y arquetipos de ayer y hoy

Anda el patio revuelto a cuenta del 'pin parental' que en Disney le han puesto a unos cuantos clásicos inmortales y los infantes ya no pueden ver motu proprio en la tele algunas cintas memorables. Los críticos de la casa que le han puesto mordaza ... infantil a los 'dibus' atienden así las quejas de los humillados y ofendidos por los estereotipos racistas que aparecen en ellas. Y decimos estereotipos, porque la caricatura y el esperpento de estos personajes es anécdota en comparación con los arquetipos positivos que descubrimos en ellas. Así, en 'Dumbo', los niños aprenden el valor y la valentía; en 'Peter Pan', que todos deberíamos proteger al niño que fuimos; en 'La dama y el vagabundo', la abolición de la sociedad de clases; en 'Los aristogatos', la mezcla y la convivencia interracial, y en 'Los robinsones de los mares del sur', la cooperación, el emprendimiento, el ecologismo y la vital importancia de la familia.

De manera que explicado todo esto a los pequeños de la casa, se enteran mejor de la diferencia entre lo que de verdad importa y las frivolidades antañonas de Disney, propias del humorismo de otros tiempos. Que lo uno no está reñido con lo otro. Pero para eso hace falta que los papás se sienten en el sofá, vuelvan a ser niños y les expliquen a sus vástagos por qué unos cuervos marginados por el color de sus plumas enseñaron a volar, al fin, a un elefantito acomplejado. Hace falta, además, que les lean los deliciosos originales escritos por James Barrie o Johann D. Wyss. El cine, como la literatura, va camino del malditismo y del sainete social de lo políticamente correcto. Dice Sara J. Smith en 'Niños, cine y censura' (2005) que los niños no son víctimas cuando disfrutan de según qué ficciones y que han sabido cómo burlar las censuras de los mayores, haciendo suyos a Drácula, Frankenstein y King Kong. Pues eso.

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