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Estampida de Ciudadanos
LA ESPITA ·
Por mucho juramento de fidelidad que haya entre los de Mañueco y Arrimadas, el resultado de la moción de censura solo se despejará en el instante de la votaciónSecciones
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LA ESPITA ·
Por mucho juramento de fidelidad que haya entre los de Mañueco y Arrimadas, el resultado de la moción de censura solo se despejará en el instante de la votaciónPor mucha pandemia que haya, por muchas olas de contagios, por muchos enfermos hospitalizados y por muchos muertos que entren en los cementerios cada día, ... los políticos a lo suyo. Les da igual so que arre, les da lo mismo que cada jornada haya en fallecidos el equivalente a que se estrelle un avión. Ellos, a lo suyo. Que está terminando una tercera ola de contagios y amenaza ya la cuarta, ellos a presentar mociones de censura, como la que se debatirá pronto en Castilla y León, firmada por el secretario regional, que no líder, del PSOE, Luis Tudanca, que acaricia la Presidencia de la Junta que le levantaron en el aire hace dos años el popular Alfonso Fernández Mañueco y el ciudadanero Francisco Igea, este obligado por el entonces mandamás de su partido, Albert Rivera. Pues bien, después de una semana convulsa en la política regional y nacional (mucho más convulsa y preocupante aún en hospitales, ucis y tanatorios, pero esto a los políticos no parece que les quite el sueño), existe ya una certeza sobre el resultado de la moción: solo se conocerá si Tudanca triunfa o fracasa cuando las 81 señorías de las Cortes de Castilla y León voten. Por mucho juramento de fidelidad entre PP y Ciudadanos, por muchas puestitas en escena en viernes por la tarde en las Cortes que pongan en marcha los procuradores ciudadaneros diciendo que son una piña (sic) en torno al pacto con el PP en Castilla y León, hasta que no se sepa su voto público en el pleno de la moción de censura, Mañueco y los suyos no pueden estar tranquilos. Menos aún después de que el viernes Ciudadanos se partiera en dos en Murcia y una mitad haya decidido dejar colgados al PSOE, a Inés Arrimadas, a Pedro Sánchez y a los estrategas de la Moncloa y Ferraz que urdieron el pacto murciano que, por el magro resultado conseguido por éstos, más parece un pacto marciano.
No, no son de fiar esas puestitas en escena ciudadaneras. Primero, porque en la foto del viernes no hay unidad por convicción política, sino por intereses personalistas. ¿A quién quieren hacer creer Igea y Luis Fuentes o Miguel Ángel González que son una piña? ¡Pero si no se pueden ni ver! Si algún miembro de determinado grupo de whatsapp desvelase algunos mensajes, Ciudadanos Castilla y León no llega unido a la moción de censura del PSOE. Así que esos alardes de piñas, los justitos. Muriendo como está muriendo la gente por la covid, quedándose sin trabajo como se están quedando muchos por la crisis económica, determinadas ostentaciones políticas son desaconsejables.
Por otra parte, Ciudadanos como partido está muerto. Ha fallecido esta semana. Eso sí, las honras fúnebres tardarán en ser oficiadas lo que tarde en haber elecciones generales, autonómicas y municipales. ¿Cuándo vale más un cargo electo de Ciudadanos para otro partido, sea PP o PSOE? Justo en este momento, cuando el peso de un procurador de Ciudadanos lo da su acta de cargo público. Va a haber estampida del partido naranja. Si esperan los ciudadaneros a que otros partidos elaboren las listas de las municipales y autonómicas, les despreciarán. Pero ahora mismo un procurador de Ciudadanos Castilla y León llama a la puerta de una sede socialista y le reciben con orquesta sinfónica. Por eso hasta que no voten el día de la moción no se sabrá si gana Mañueco y pierde Tudanca o viceversa.
De ahí que sea incomprensible la falta de estrategia de los populares. Cada día que retrasen la celebración del pleno de la moción de censura, peor para la continuidad de Mañueco porque más tiempo tienen los socialistas para convencer a dos o tres (la cifra es muy baja, que parece que el PP no se entera) procuradores de Ciudadanos para pasarse al lado de Tudanca. Esto no es ciencia ficción: hay dirigentes socialistas de elevado rango orgánico que hasta hace una semana eran negacionistas puros sobre el posible éxito de una moción de censura de su partido a Mañueco y que en este instante callan, no sea que dentro de una semana se encuentren a Tudanca en la Presidencia de la Junta de Castilla yLeón. Los hechos murcianos de anteayer (tres ciudadaneros que apoyaban la censura al PP dejaron de hacerlo en cuanto les metieron en el gobierno regional) dan más credibilidad a una posible estampida de tres o cuatro al PSOE en Castilla y León. Los políticos están a lo suyo. Y lo suyo es la mamandurria. Muchos de Ciudadanos la han probado y no quieren perderla.
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