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Miguel Ángel González, David Castaño, Francisco Igea y Luis Fuentes, el viernes 12 por la tarde en las Cortes. CARLOS ESPESO
Estampida de Ciudadanos

Estampida de Ciudadanos

LA ESPITA ·

Por mucho juramento de fidelidad que haya entre los de Mañueco y Arrimadas, el resultado de la moción de censura solo se despejará en el instante de la votación

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 14 de marzo 2021, 08:33

Por mucha pandemia que haya, por muchas olas de contagios, por muchos enfermos hospitalizados y por muchos muertos que entren en los cementerios cada día, ... los políticos a lo suyo. Les da igual so que arre, les da lo mismo que cada jornada haya en fallecidos el equivalente a que se estrelle un avión. Ellos, a lo suyo. Que está terminando una tercera ola de contagios y amenaza ya la cuarta, ellos a presentar mociones de censura, como la que se debatirá pronto en Castilla y León, firmada por el secretario regional, que no líder, del PSOE, Luis Tudanca, que acaricia la Presidencia de la Junta que le levantaron en el aire hace dos años el popular Alfonso Fernández Mañueco y el ciudadanero Francisco Igea, este obligado por el entonces mandamás de su partido, Albert Rivera. Pues bien, después de una semana convulsa en la política regional y nacional (mucho más convulsa y preocupante aún en hospitales, ucis y tanatorios, pero esto a los políticos no parece que les quite el sueño), existe ya una certeza sobre el resultado de la moción: solo se conocerá si Tudanca triunfa o fracasa cuando las 81 señorías de las Cortes de Castilla y León voten. Por mucho juramento de fidelidad entre PP y Ciudadanos, por muchas puestitas en escena en viernes por la tarde en las Cortes que pongan en marcha los procuradores ciudadaneros diciendo que son una piña (sic) en torno al pacto con el PP en Castilla y León, hasta que no se sepa su voto público en el pleno de la moción de censura, Mañueco y los suyos no pueden estar tranquilos. Menos aún después de que el viernes Ciudadanos se partiera en dos en Murcia y una mitad haya decidido dejar colgados al PSOE, a Inés Arrimadas, a Pedro Sánchez y a los estrategas de la Moncloa y Ferraz que urdieron el pacto murciano que, por el magro resultado conseguido por éstos, más parece un pacto marciano.

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