España arde mal

Un Sábado Santo de 1977 se legalizó el Partido Comunista y España no ardió. Atentados, mucha sangre, barbarie y aquí estamos, un país, España. Golpes de Estado. Llegó el socialismo y España no ardió. Llegó el divorcio y ni la familia ni España desaparecieron. La legalización del aborto. Las Autonomías. Se instauró aquella Ley de Partidos que iba a incendiar al País Vasco y no ardimos. El 15M y Podemos y no hizo falta ni un extintor.

Si hacemos caso a cierta prensa, a ciertas voces, España se desmorona cada dos por tres, arde como la yesca, se inflama como la gasolina. Pero aquí estamos, caminando. Yo creo que quedamos tan escarmentados de aquel último incendio -1936- que ni al fuego nos acercamos, por mucho que se empeñen algunos. Ahora le toca el turno al indulto a los independentistas catalanes. Sacarlos de la cárcel, dicen, es como liberar a Almanzor y resucitar a Táriq. España a un paso de la destrucción, Junqueras supondrá nuestra muerte como nación. Ya veremos, sólo son unas personas que salen de prisión y que, si vuelven a delinquir, volverán a entrar. Este país es más sólido de lo que parece, arde mal.