La semana política deja en Castilla y León una equivocación de Ciudadanos, un patinazo serio de la Presidencia de la Junta y la constatación de que el PSOE regional carece de rumbo. Hay una llamativa falta de liderazgo político
Nadie parece querer coger con fuerza los mandos de la nave política de Castilla yLeón, a tenor de tres de esta semana. Esa aeronave lleva tiempo con el piloto automático, como muestran la falta de liderazgo social desde el ámbito político y la ausencia de ... referencia institucional indiscutible. Hay en Castilla y León mucho de comodidad por parte de los políticos, que viajan en esa aeronave en primera con sus suculentos sueldos y sobresueldos, mientras en la parte de cola se empiezan a colocar banquetas para los que ya ni siquiera pueden pagarse billete de clase turista (los tambores de crisis económica retumban con mucha más fuerza que en mayo por la pandemia).
«Ciudadanos ya es un partido farisaico. Ya es como el PP, ya es como el PSOE: cuando gobiernan, eso de los controles y las investigaciones, ni en broma»
Un error, un desliz y una certeza respaldan esta semana la llamativa falta de liderazgo político que padece esta región.
El error. La parte del partido de Inés Arrimadas que se mueve en la Junta de Castilla y León, con ímpetus napoleónicos por parte de Francisco Igea, vicepresidente y consejero de todo lo de Ciudadanos (Transparencia, Ordenación del Territorio, portavoz, Acción Exterior, Sanidad, Empleo..., menos Cultura, porque no llega); la parte que se ha enrocado en las Cortes, con los defenestrados orgánicamente Luis Fuentes y David Castaño en cabeza, y la parte que se ha hecho con el partido, con Gemma Villarroel, Miguel Ángel González, Gemma Gómez y Marta Sanz como cuarteto desafinado han confluido esta semana en el mismo espacio (¡y miren que es difícil, porque entre ellos las tres partes no se hablan!) al esculpir en piedra la máxima de que Ciudadanos es ya un partido farisaico. Mucho querer investigar al PP, mucho querer sacar a la luz malas gestiones o, incluso, presuntas corruptelas, como cacareaban entre 2015 y 2019; mucho pensar en los administrados y en el uso correcto de los fondos públicos, y mucha transparencia ventanas abiertas y techos y suelos de cristal pero, cuando les plantan ante el espejo de una comisión de investigación para saber qué pasó entre marzo y mayo para que hubiese tantas y tantas muertes en las residencias de ancianos de Castilla y León, dicen que nanay.
Ciudadanos ya es como el PP, ya es como el PSOE: mientras gobierne el contrario, a exigir que se sepa la verdad; cuando gobiernan ellos, eso de los controles y las investigaciones, ni en broma. Sí, Ciudadanos acabará cabiendo en un taxi en Castilla y León. Y en cada uno de los tres trozos en los que se ha partido hay ya dirigentes trabajando para ver cómo desembarcan en el PP.
El desliz. Alfonso Fernández Mañueco estuvo falto de reflejos el pasado miércoles y su gabinete, más. Varios alcaldes de Soria (Almazán, Duruelo de la Sierra, Navaleno, Covaleda, San Leonardo de Yagüe y Berlanga de Duero), con el de la capital a la cabeza, el socialista Carlos Martínez, quisieron plantearle la preocupante situación sanitaria de la provincia (esto ha empezado por Soria, pero seguirá por otras, ¿verdad Verónica Casado, consejera de derecho de Sanidad –los consejeros de hecho con Igea y el gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel–). Mañueco desaprovechó la oportunidad de recibir a los alcaldes, improvisar una reunión, ampliarla al viernes (cuando no tuvo más remedio que reunirse con ellos) y mostrarse como lo que hace falta en este momento: un presidente cercano, que no filtra interlocutores por ideologías y que está disponible para quienes son ahora lo que él fue 8 años antes de llegar a primera autoridad regional: alcalde.
La certeza. Claro que Mañueco está tranquilo porque en los peores momentos hay quien le gana: cómo no, el secretario regional socialista, que no líder, Luis Tudanca. Esta semana ha mostrado dos veces por qué no es líder ni llegará a serlo. Una, cuando fue incapaz no ya de que esos alcaldes sorianos se reunieran con Mañueco (si fuera líder, tendría algún pronunciamiento ante el presidente de la Junta) sino que al menos hubiesen podido entrar en las Cortes. Es que ni eso logró Tudanca. De haber estado en su lugar Jesús Quijano, Jaime González, Chema Crespo, Ángel Villalba, Óscar López o Pedro J. Muñoz vaya si habrían accedido esos alcaldes a las Cortes. Pero Tudanca... Y si fuera líder, la dimisión esta semana de la procuradora socialista zamorana Inmaculada García Rioja, pillada al volante triplicando la tasa máxima permitida de alcohol, habría tenido que ser aprovechada por Tudanca para ensalzar como virtud ese gesto: en el PSOE, si te pillan, te vas a casa. Justo lo que no hizo en su primera 'pillada' por alcoholemia la popular Rosa Valdeón, también zamorana, que renunció a algunos cargos, pero se quedó con el acta de procuradora, que perdió la segunda vez que fue 'cazada' así. Tudanca no ha sabido (¿querido?) (¿podido?) aprovechar políticamente el gesto digno y honroso de García Rioja.
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.