Error de cálculo

El humo son las especulaciones sobre el adelanto electoral en esta región antes de que el PSOE, a partir de marzo, presente otra moción de censura contra el presidente Alfonso Fernández Mañueco. Como el secretario regional socialista, que no líder, Luis Tudanca, la presentará, los más damnificados por ella y, por tanto, por el posible adelanto electoral, los de Ciudadanos, están nerviosos. Solo así se entiende una 'boutade' del calibre de la que lanzó el jueves el portavoz 'ciudadanero', David Castaño, al aseverar que los 11 procuradores del partido de Inés Arrimadasse rociarían con gas napalm (sic) antes que votar a Tudanca para presidente de Castilla y León. Siendo como es, por formación, dotes oratorias y capacidad de trabajo, uno de los portavoces de referencia de la Cámara en los 38 años de autonomía, Castaño debería contenerse a la hora de poner la mano en el fuego por sus otros 10 compañeros ante una nueva moción de censura. Él estuvo presente en la puesta en escena previa a la anterior moción, junto a la 'exciudadanera' María Montero cuando dijeron que los entonces 12 procuradores 'naranjas' votarían todos 'no' a Tudanca. Horas después de ese anuncio, Montero se fue de Ciudadanos.

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Ante los nervios 'ciudadaneros', que denotan que ese runrún de que al menos 2 de esos 11 procuradores le ponen ojitos a votar a favor de una moción de censura, el PSOE ha decidido ser la cara más macarra de la política que pueda practicarse. Y así cuando no la monta la que manda en el partido, la zamorana Ana Sánchez, la monta su discípula más aventajada en esto de la estridencia parlamentaria, Patricia Gómez Urbán, o el favorito del ahora monclovita Óscar López, Pedro González Reglero. Como Tudanca se mueve por la política bajo palio de sus acólitos, nadie le dice que consintiendo esta forma tan chillona de hacer política contribuye a diario, y de forma impagable, a tallar el perfil presidencial de Mañueco. Tudanca, a la bronca; Mañueco, a la calma. Tudanca, a la estridencia; Mañueco, al sosiego.Tudanca, a las voces que ocultan su alternativa (¿a ver si es que no la tiene y por eso vocean?); Mañueco, al trabajo diario, al macho pilón y a presentarse, con el PP, como quien intenta resolver problemas. Eso, le guste o no a Tudanca, es lo que trasluce esa forma tan tosca del hacer socialista.

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Mientras, el presidente Mañueco reflexiona sobre el adelanto. Observa y calla. Escucha y calla. Atiende y calla. Solo él es dueño de la escena, en la que ahora está la carta a los Reyes Magos que presentará Por Ávila para votar a favor de los Presupuestos de la Junta. Ávila, donde se crió la mejor raza de los 'Tó pa' mí' de la política regional (aquellos del PP que acumulaban cargos y más cargos), puede que escriba el capítulo esencial del relato del posible adelanto electoral: atender las peticiones de Por Ávila para el sí al Presupuesto abriría en las otras ocho provincias otros tantos agravios, lo cual sería un error de cálculo garrafal para el resultado de los populares en las urnas.

Tan garrafal como la estrategia del PP de Valladolid y su presidente, Conrado Íscar, quien, obsesionado en una desmedida campaña de promoción personal, está descuidando el territorio. Mientras, Vox calladito y esperando a recoger la cosecha de ese abandono del PP a sus candidatos en los pueblos.