Los alumnos españoles de primaria han sufrido un retroceso inquietante en la última evaluación internacional tanto en Matemáticas como en Ciencias y suspenden en comparación con sus homólogos de los países desarrollados. La auditoría TIMSS equivalente al estudio PISA que examina los resultados de 500 colegios en todo el país detecta peores notas que hace cuatro años bajando cuatro puntos en Matemáticas y siete en Ciencias. Lo más preocupante es que es el segundo retroceso consecutivo que sitúa a nuestros alumnos cinco puntos por debajo de la media de la OCDE. El deficiente nivel educativo en asignaturas claves para la formación del alumnado contrasta con el esfuerzo presupuestario que, año tras año, dedica el Estado a esta esencial partida, lo que obliga a reflexionar sobre la raíz última de unos resultados tan pobres. El estudio no hace un diagnóstico sobre las razones de este fracaso escolar, pero hace años que está detectado que los cambios en la política educativa son una fuente de inestabilidad en los planes de estudio. España tiene pendiente aprobar esa asignatura porque un nivel educativo solvente y la recompensa a la cultura del esfuerzo son la garantía de un país competitivo en un futuro cada vez más exigente.
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