Reunión del Comité de Dirección del Partido Popular celebrada este 13 de octubre, con Núñez Feijóo al fondo. Efe
Editorial

El PP se mueve

Su ofensiva en el 'caso Koldo' debe ir acompañada de una oposición más propositiva y de una dirección del partido con mayor peso

El Norte

Valladolid

Lunes, 14 de octubre 2024, 07:08

El desgaste del Gobierno que reflejan las encuestas es fruto principalmente de decisiones polémicas que había prometido no adoptar y que al final ha aprobado para contentar a sus socios independentistas, como la amnistía o el concierto catalán, y de las investigaciones de los tribunales ... en casos como el de Begoña Gómez. No tanto de una exitosa labor de la oposición, incapaz hasta ahora de marcar la agenda política. La querella contra el PSOE por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias anunciada ayer por el PP a raíz del demoledor informe de la Guardia Civil que implica de lleno al exministro José Luis Ábalos en el 'caso Koldo' pretende redoblar la presión sobre Pedro Sánchez, que llegó a la Moncloa como abanderado contra la corrupción y, según todos los indicios, la ha albergado en su propio Ejecutivo. Los populares quizás aspiran también a resarcirse así de su bochornosa negligencia con la reforma legal que rebaja las condenas a presos de ETA y que ha reflejado con crudeza clamorosas carencias internas y en su dirección que vienen de atrás y siguen sin resolver.

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Descartada una moción de censura al estar condenada al fracaso, falta por ver cómo afecta la nueva ofensiva del PP al viraje estratégico que había iniciado: la apuesta por ampliar el foco del debate a cuestiones sociales como la conciliación y la vivienda en una asunción implícita de que, se aprueben o no los Presupuestos, la legislatura tiene un amplio recorrido temporal por delante. Una alternativa sólida de gobierno no puede asentarse solo en el no y la crítica permanentes ni limitarse al objetivo de desalojar de la Moncloa a su actual inquilino, cada vez más acorralado por el 'caso Koldo' y la situación procesal de su esposa. Necesita planteamientos seductores, a la par que viables, sobre los verdaderos problemas que aquejan a la ciudadanía. Esa línea propositiva, con la que el partido pretende crecer por el centro, es una necesidad y un acierto que no debería quedar sepultado bajo el ruido de las acusaciones de corrupción. Un asunto sobre el que arrastra un turbio pasado que le resta credibilidad por muy obligado que esté a intentar rentabilizar los problemas ajenos, incluidas las contradicciones de Sánchez que ha puesto de manifiesto la UCO sobre Delcy.

Junto a ese giro, los populares necesitan reforzar su dirección con perfiles de mayor peso político y a la altura de sus desafíos si aspiran a doblegar a un rival tan correoso y dispuesto a utilizar las herramientas más insospechadas como el líder de los socialistas.

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