Un poder judicial al límite

La reunión prevista para este miércoles en Madrid entre los representantes del Gobierno y el PP, en un intento al límite de cerrar el pacto para la renovación del CGPJ, no parece llegar en el mejor momento de la relación entre ambos. El mediador belga, Didier Reynders, tendrá que poner en juego toda su capacidad de arbitraje y convicción para que los dos interlocutores, Felix Bolaños y Esteban González Pons, aparquen el ambiente de tensión y hostilidad que en las últimas semanas ha generado un clima insoportable entre socialistas y populares. Después de cinco años de prórrogas al órgano de gobierno de los jueces, es absolutamente inexcusable que los grandes partidos de la democracia española evidencien su sentido de la responsabilidad y capacidad de consenso, para no deteriorar más aún el prestigio de las instituciones. Además, la urgencia para cubrir plazas imprescindibles en el organigrama judicial y de obedecer el mandato constitucional, debería ser razón suficiente para encontrar un sistema de designación y compromisos de reforma del sistema, que proporcione el reconocimiento a ambas posiciones sin que ninguna de las partes se sienta derrotada.