El permiso por el que la pareja formada por los etarras Asier Mardones y Josune Oña, condenados a 25 años, comparte celda desde hace un mes en la cárcel alavesa de Zaballa ha generado, junto a una comprensible extrañeza social, la indignación de víctimas ... del terrorismo. No se conocen casos similares en las prisiones del resto de España, aunque en ellas también coinciden compañeros sentimentales cumpliendo condena. Tampoco en las del País Vasco, bajo control del Gobierno vasco desde octubre de 2021. La existencia de módulos mixtos en esos centros no impide que, a la hora de dormir, hombres y mujeres sean separados en distintas galerías; incluidos los internos que mantienen entre sí relaciones afectivas conocidas por los responsables penitenciarios. La medida está prevista en la regulación del régimen abierto en Euskadi, del que disfrutan los dos terroristas, aunque hasta ahora no había sido aplicada. Su carácter excepcional requiere detalladas explicaciones sobre los motivos que aconsejan la concesión de tal derecho, no reconocido a los reclusos de las demás cárceles del país y no hecho público hasta ahora, para alejar el fantasma de que se trate de un privilegio.

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