Matonismo de extrema derecha

Al primer ministro británico, que cumple un mes en el cargo, le ha costado reaccionar a la semana de violencia que padecen ciudades de todo el país. El asesinato de tres niñas el lunes 29 en Southport, lejos de servir para unir a los ciudadanos ... en la solidaridad con el duelo de los afectados, ha sido aprovechado sin pudor por líderes de extrema derecha para difundir en las redes sociales bulos y consignas racistas contra inmigrantes y musulmanes, trasladadas a las calles en forma de «violencia gratuita y xenófoba», en palabras de Keir Starmer. El lema de los instigadores ultras, 'Ya es demasiado', conecta con la política migratoria desplegada por los últimos gobiernos conservadores y las abundantes y dañinas declaraciones del ahora diputado Nigel Farage. Ni siquiera la divulgación extraordinaria de la identidad del atacante de Southport –un menor galés de familia cristiana originaria de Ruanda– sirvió para contener a las turbas que asaltaron centros para solicitantes de asilo y mezquitas, además de enfrentarse a las fuerzas de seguridad. Un desafío, latente también entre nosotros, contra el que Starmer promete despliegue policial reforzado y condenas rápidas para los responsables.