El empleo echa el freno

El mercado laboral se mantiene con brío y ha alcanzado un nuevo récord de 21,82 millones de ocupados, según la Encuesta de Población Activa. La EPA del tercer trimestre, sin embargo, refleja claros síntomas de agotamiento a pesar de que la economía crece con fuerza, impulsada por el espectacular auge del turismo y el buen comportamiento de las exportaciones. Los 138.000 puestos de trabajo creados en verano son una cifra nada desdeñable, pero una cuarta parte menos que los de hace un año e inferior a las habituales en ese periodo. Los generados en los doce últimos meses suman 373.500; también un número muy meritorio, aunque la mitad que a estas alturas del pasado ejercicio. Es evidente que el empleo se ralentiza. Resultaba previsible no solo por la reciente acumulación de síntomas en ese sentido, sino porque lo extraordinario era su sorprendente pujanza, sostenida en el tiempo incluso en circunstancias aparentemente poco favorables. No existen motivos para la alarma. Tampoco para lanzar las campanas al vuelo cuando, pese a los progresos desde la última crisis económica, la tasa de desempleo permanece en el 11,2%, casi el doble que la media de la UE.