Editorial
Los resultados de las elecciones del domingo imponen en Finlandia semanas o meses de negociaciones para formar gobierno. El ganador de los comicios y previsible primer ministro, el conservador Petteri Orpo, tiene dos opciones: buscar un pacto con los ultraderechistas Verdaderos Finlandeses, segundos en la ... preferencia de los votantes por solo siete décimas y apoyados por la clase trabajadora y los jóvenes; o tratar de mantener en el ejecutivo a los socialdemócratas de la hasta ahora 'premier', Sanna Marin. Y en ambos casos necesitaría todavía un tercer grupo para alcanzar la mayoría de cien escaños. Ambas vías presentan obstáculos.
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El empeño de Orpo en el rigor presupuestario en un país con una creciende deuda pública complicaría el programa populista de los ultranacionalistas. Y la proyección de Marin, que fue la gobernante más joven del mundo y que en los últimos tres años ha logrado crédito internacional a base de firmeza en el apoyo a Ucrania, encarece su valor como tercera fuerza parlamentaria. Finlandia se convertirá hoy en miembro de pleno derecho de la OTAN, en la definitiva renuncia a su tradicional neutralidad, y lo hará con Marin como gobernante interina.
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