Alcaraz y Djokovic se abrazan tras la entrega de los trofeos. AFP

Alcaraz, más número uno

Desde Wimbledon, los más jóvenes recibieron una lección de pundonor, inteligencia y generosidad en la victoria

El Norte

Valladolid

Lunes, 17 de julio 2023, 00:22

La histórica victoria de Carlos Alcaraz en Wimbledon fue ayer un éxito múltiple. Venció a un campeón como Novak Djokovic, que sumaba siete copas en el torneo y 23 'grand slams'. Lo hizo tras un partido tan disputado que duró cinco sets, un espectáculo soberbio ... de cuatro horas y 42 minutos. Lo consiguió a los 20 años, siendo ya el número uno del tenis masculino y afianzándose en la cúspide. Un logro aun más merecido por el temple mostrado a tan temprana edad ante un jugador que le supera en 16 años de experencia y retos. Ayer todos los aficionados al tenis vibraron hasta sentirse partícipes de un juego intenso, completo en sus distintas facetas y deslumbrante por momentos. Una final que emuló la del legendario triunfo de Rafael Nadal frente a Roger Federer en 2008. Quienes disfrutan con la raqueta y también los que no recibieron la noticia de la gesta con rendido asombro. Y los más jóvenes asistieron a una lección que les costará olvidar de pundonor, inteligencia y generosidad. «Es genial ganar, pero incluso si hubiera perdido, habría estado muy orgulloso de mí mismo». Las palabras de admiración que Alcaraz dedicó a Djokovic tras la entrega de sus respectivos galardones fueron muestra de la gratitud a quienes nos han podido inspirar para ser mejores.El tenis y el deporte en general cuentan ya en España con una figura que parece consagrarse antes que nuestras otras grandes referencias. Tras el Open de Estados Unidos, Alcaraz ha sido capaz de conquistar la hierba de Londres en un tiempo récord. Las dudas sobre el rendimiento continuado –físico, psicológico y técnico– de un competidor tan bisoño en una modalidad en solitario se despejaron ayer por la madurez exhibida por el vencedor. No fue un solo partido, sino un torneo en el que destacó desde la primera eliminatoria. De esa madurez y de los consejos y cuidados de su equipo dependerá la administración de sus esfuerzos para prolongar su carrera deportiva mientras desee jugar profesionalmente al tenis. Mientras tanto, él sabe que contará con el ánimo y la admiración de millones de personas, empezando por sus convecinos de El Palmar, en Murcia. Personas que estuvieron representadas ayer por los muchos espectadores –entre ellos, el Rey– que en la pista central de Wimbledon no pudieron contener sus emociones ante el juego de Alcaraz y, especialmente, ante los tantos en los que brindaba su juvenil talento. Es lo que quiso hacer siempre, «desde pequeño».

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