De acusado a acusador

El exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, se acogió finalmente a la posibilidad de personarse voluntariamente ante el magistrado Leopoldo Puente en la fecha señalada por éste. Tras una declaración que duró tres horas, a la salida del Tribunal Supremo Ábalos manifestó no haber cobrado comisión alguna, y que los responsables de la trama fueron su asesor personal Koldo García Izaguirre y el empresario Víctor de Aldama. Relato que al parecer había desgranado ante el instructor judicial, comprometiéndose a aportar la documentación que acreditaría sus argumentos de defensa. Lo que, dado que el investigado por delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación de caudales públicos se muestra ajeno a las andanzas de García y de Aldama, únicamente podría basarse en pruebas e indicios que incriminen a estos dos últimos. Con lo que el imputado Ábalos se convertiría en acusador de los otros dos investigados principales, Koldo García y Víctor de Aldama. Los cuales se verían obligados a defenderse acusando a su vez a Ábalos como último conseguidor y beneficiario de la trama. Y dado que los argumentos expuestos ayer por éste tenderían a exculpar directa o indirectamente también a cuantos responsables del gobierno o del partido socialista podrían haberse visto señalados por las revelaciones de García y de Aldama, estos últimos se verían incentivados a diferir o compartir las culpas con la dirigencia gubernamental.

En toda trama de corrupción rige la pulsión obsesiva de lograr el mayor lucro inmediato aunque sea descuidando hasta la obscenidad los flancos ante una probable investigación judicial. Una vez que, como parece previsible, el Tribunal Supremo solicite la autorización del Congreso para investigar al diputado José Luis Ábalos en lo que atañe al caso Koldo, y la Cámara baja se la conceda, se abrirá un procedimiento en el que los imputados no tendrán que demostrar su inocencia, pero por el que tenderán a acusarse mutuamente y sin pausa. Lo que volverá la vista sobre la secuencia en que el PSOE de Pedro Sánchez se deshizo de José Luis Ábalos, para devolverle el aforamiento en las últimas elecciones generales y expulsarlo del partido poco después. La Justicia versa sobre hechos probados. Pero es imposible que el escrutinio público pase por alto las idas y venidas de Ábalos respecto al partido socialista.