Editorial: un esfuerzo a compartir

La vuelta a la actividad de la industria y la construcción entre ayer, hoy y días posteriores va a poner a prueba hasta qué punto cuatro semanas de confinamiento y las dos últimas de hibernación han dispuesto a las administraciones concernidas, a las empresas, a ... los trabajadores y a sus familias para compatibilizar las restricciones más severas con la generación de riqueza. El Gobierno resolvió poner fin a la hibernación sin que las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, presenten condiciones objetivas para preservar el distanciamiento entre los trabajadores, la higiene estricta de sus instalaciones, y otra ordenación de los horarios. Diez millones de mascarillas serán distribuidas gratuitamente para realizar los trayectos en medios públicos de transporte, pero no sirven más que para cuatro horas de uso, a la espera de que los viajeros puedan contar con más medios de protección en adelante. Cuando el Ministerio de Sanidad empezaba a señalar a los hogares como espacios de contagio, la vuelta al trabajo de miles de personas que cada día regresarán a sus casas incrementa ese riesgo. Estas son las difíciles circunstancias en las que las relaciones industriales y laborales deberán emplearse en lo que reste de pandemia para evitar la transmisión del coronavirus. Con el problema añadido de que las conclusiones epidemiológicas del incremento de la actividad económica no podrán extraerse hasta finalizado este mes de abril. Algunas empresas necesitarán toda la semana y hasta parte de la siguiente para dejar atrás la quincena de la hibernación y, a la vez, introducir medidas que prevengan los contagios. Procedimientos que servirán de pauta para ampliar los instrumentos de la salud laboral en el conjunto del sistema productivo. Pero el Gobierno y las demás administraciones no pueden asistir como meros observadores a la adecuación de las empresas a una amenaza epidémica, incluida la alternativa del teletrabajo. Han de ser conscientes de los cambios que entraña, mostrarse atentos a las necesidades que plantea, hacerse corresponsables de los costes que comporte. Una vez comprobado que el confinamiento inicial ya está ofreciendo sus frutos, al atenuarse el incremento de los nuevos contagios confirmados hasta un 2% respecto a los de la jornada anterior, el regreso a la actividad económica inicial no puede quebrar la tendencia cuando el país espera a que se inicie la desescalada en las restricciones.

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