Efecto zombie

La teoría nos dice que todos ganan. Las empresas obtienen más tiempo mientras arrecia el temporal y vuelve el consumo, los trabajadores evitan engrosar las listas del desempleo e incluso el Gobierno maquilla así los datos del paro. Pocos discuten que las medidas de acompañamiento a los ERTE representan flexibilidad en un mercado laboral tan rígido como el español, pero las economías más avanzadas conocen bien las consecuencias de mantener la respiración asistida durante demasiado tiempo. Existe, de hecho, un profundo debate en estos momentos en Alemania por este mismo asunto.

El exceso de dinero del Banco Central Europeo y las tasas de interés extremadamente bajas ya habían hecho que las empresas improductivas fueran más propensas a sobrevivir. Ahora, las medidas excepcionales para superar la pandemia, han extendido todavía más la mancha de aceite. Los gobiernos deberían preocuparse menos por salir airosos en una foto temporal y más por el efecto contagio que se produce sobre empresas sanas que colaboran con empresas zombis que navegan hacia lo inevitable. Lo más popular no es siempre lo mejor, por muchas veces que se repita.