
Vox, dudas, certezas y caramelos envenenados
El óxido de los días ·
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El óxido de los días ·
«Mañueco consigue la presidencia, pero está en manos de Vox, de los que depende para casi todo»Se constituyen las Cortes, se hace público el acuerdo de legislatura y termina este 'House of cards' que hemos vivido en una semana de llamadas, ... filtraciones y Maquiavelos castizos. La maquinaria se pone en marcha y lo hace con algunas certezas y muchas dudas. Empezando por las certezas, la primera es la situación de debilidad de Mañueco que, pese a lograr el apoyo de Vox, lo hace aceptando casi todas sus exigencias en una negociación gestionada de modo tan incomprensible como la propia campaña. Al PP el pacto con Vox le puede gustar más o menos, pero, como decía Serrat, «nunca es triste la verdad: lo que no tiene es remedio». La aritmética y un PSOE echado al monte hicieron el resto. Mañueco consigue la presidencia, pero está en manos de Vox, de los que depende para casi todo. Y si esto es finalmente así, se entiende menos que el PP haya dedicado un mes a hacer declaraciones contra su único socio posible y a poner palos en las ruedas de un acuerdo que todos, menos ellos, sabían inevitable. Aunque tampoco esto sería justo del todo, en el PP hay dos almas y una de ellas, que pueden encarnar Javier Lacalle o Fernández Carriedo, entendieron la necesidad del pacto desde el principio. La gran perdedora es la otra parte, la que pueden representar Viñarás o Raúl de la Hoz que, hasta el final, se mostraron contrarios al acuerdo. Lo que parece claro es que para este viaje no se necesitaban alforjas.
Otra de las certezas es que podemos entonar el «adiós con el corazón» a Luis Tudanca y comenzar la colecta para el regalo de su cena de despedida. Se abre una nueva etapa en un PSOE de Castilla y León en busca de líder. Ana Sánchez, en la vicepresidencia primera de las Cortes, parece descartada. Virgina Barcones puede parecer la mejor situada, pero no es procuradora, por lo que no podrá dirigirse directamente a Mañueco. Sí que lo es Patricia Gómez Urbán que puede lucirse en unas confrontaciones con Vox que se antojan constantes y quizá sobreactuadas, como en el bochornoso espectáculo de algunos procuradores del PSOE negando al saludo al Presidente de las Cortes, es decir, a la segunda institución de la comunidad. De seguir negando los resultados democráticos y despreciando así a las instituciones, corren el riesgo de convertirse en un partido antisistema más. Esperemos que el nuevo liderazgo traiga mejores tiempos y formas a una oposición que, en esta legislatura, se antoja clave y con más protagonismo e importancia que nunca.
Una certeza más: la vicepresidencia de la Junta, en manos de Juan García-Gallardo liderará la parte ideológica por parte de Vox. Su objetivo es conformar, en las consejerías bajo su dirección, un equipo técnico de alto nivel, sin apenas carga política. En este sentido, los nombres que se barajan en segundos y terceros niveles son perfiles técnicos de muy alta cualificación. En su mayor parte, funcionarios de la propia Junta. Anticipo que, en muchos casos, habrá caras de sorpresa en el PP al ver que funcionarios que veían como 'de los suyos' eran, en realidad, simpatizantes o afiliados de Vox.
Las dudas vienen en cuanto al nombre de las tres consejerías que caerán en manos de Vox. Hay miedo en 'las del PP', y es que hay mucha gente jugándose el pan. Por ello, lo más normal es que Vox herede las de Ciudadanos, a excepción de Transparencia, que desaparecería, y de Sanidad, que seguiría en manos de Alejandro Vázquez. De este modo, todas las apuestas indican que Vox dirigirá las consejerías de Cultura, de Industria y Empleo y, probablemente, la de Agricultura y Ganadería asumiendo también las competencias de Medio Ambiente, que se desligarían de Fomento. Se barajan los nombres de Moncho Alonso, de Asaja y de Susana Suárez, tras ser vetada por el PP para la Presidencia de las Cortes por sus desencuentros con Jesús Julio Carnero. El propio Carnero, según todas las especulaciones, liderará la Consejería de Presidencia en lo que puede ser su lanzadera para optar a la alcaldía de Valladolid en 2023.
Lo anterior muestra algunos caramelos envenenados. En primer lugar, el hecho de que la Consejería de Industria sea la que dirige las competencias en materia de empleo, lo cual sitúa a Vox en todas las mesas de negociación frente a unos sindicatos en pie de guerra y sin posibilidad alguna de llegar a acuerdos. En segundo lugar, en Agricultura. La situación del campo es agónica por los precios de los combustibles y Vox se va a encontrar con poco margen de actuación para agradar o resolver los problemas de su público más simbólico: el campo. 'Siembra' está bien. Pero está aún mejor 'Gestiona' y el PP, de modo hábil, se lava las manos y deja que Vox se las vea con los suyos en un momento históricamente muy complicado. No obstante, podemos suponer una serie de medidas populistas de inicio, como en su momento fue la eliminación del 'céntimo sanitario'. Lo mismo puede suceder con un previsible recorte de gastos superfluos que posibilite un paquete de ayudas al campo en forma de bonificaciones para la compra de combustible.
Y la última duda es la estabilidad de esta coalición. Vox sabe que Mañueco no es un socio fiable y sospecha que se la jugará, como hizo con Ciudadanos. De ahí su empecinamiento en obtener la presidencia de las Cortes y poder manejar el circo de mociones y maniobras en la sombra que vislumbran en el horizonte. Hay quien da por hecho que iremos a elecciones de nuevo en mayo de 2023 con la excusa de volver a ajustarnos al calendario del resto de comunidades, al que 'tocaba', pero veremos si Mañueco es capaz esta vez de montar un relato creíble que desacredite a un socio tan incómodo como es Vox, al que necesitarán como socio en miles de ayuntamientos. Y si será capaz de montar una campaña con menos errores. Pero esta partida se juega en muchos tableros y ese adelanto pasa por Andalucía. Si Vox y PP suman allí, habrá estabilidad aquí. Si no suman y el Palacio de San Telmo vuelve al PSOE, podemos dar por hecho el fin de la coalición en Castilla y León para ir ambos 'puros' a las generales. Comienza, pues, el espectáculo.
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