Un director identificado con Delibes

Su primer contacto con el novelista fue indirecto, pues durante su estancia en Valladolid como estudiante de Derecho Delibes ya dirigía El Norte de Castilla, y era para los estudiantes como él «un referente moral y político, un hombre indomable que se enfrentaba a la censura de la época».

«Fervoroso» lector de su obra, con la que se identificaba profundamente, no sería hasta el año 1975, cuando contactó con el escritor para mostrarle su interés en adaptar 'Las ratas'. Delibes le desanimó en el empeño, por considerarla inadecuada para el cine, y le ofreció en cambio 'Mi idolatrado hijo Sisí», que se convertiría, bajo las manos del director burgalés, en 'Retrato de familia', su quinta película y un notable éxito de público.

Sin embargo, Giménez Rico no renunció nunca a su propósito original, que logró llevar a efecto veinte años después en 1997 con una versión de 'Las ratas' que fue muy bien acogida en el festival de Montreal. Aquello le demostró que para lograr impacto internacional lo mejor era ser «auténticamente local».

Entre medias, el cineasta burgalés adaptaría también 'El disputado voto del señor Cayo' (1986), que tenía como protagonista a un Francisco Rabal que ya había logrado un gran éxito internacional como Azarías, en la película de Camus. Si en 'Retrato de familia' optó por utilizar únicamente una parte de la extensa novela original en su adaptación, en ésta optó por prolongar el texto de Delibes diez años después, especulando con lo que habría sido de los personajes de la novela. También en esta ocasión logró buena acogida de público, pese a tratarse de una película completamente ajena a la moda del momento.