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Pedro Sánchezentra al Teatro del Liceu entre el humo rojo de un bote lanzado por unos manifestantes, este lunes, en Barcelona. EP
Nadie dijo que sería fácil

Nadie dijo que sería fácil

«Hay que confiar sin embargo en que la sociedad civil más madura, la que no se deja embaucar ni amedrentar por los radicales»

Antonio Papell

Valladolid

Martes, 22 de junio 2021, 07:50

El acto celebrado ayer en el Liceo de Barcelona con Pedro Sánchez como único interviniente, en el que el presidente del Gobierno quiso solemnizar los indultos que hoy aprobará el consejo de ministros, permite deducir algunos matices relevantes de la propuesta, que -hay que reconocerlo- ... son por ahora más inquietantes que estimulantes. A la conferencia, celebrada en el salón emblemático de la alta burguesía catalana, no asistieron los soberanistas democráticos -ni los radicales ni los moderados, ni los republicanos de izquierdas ni los conservadores- y sí dos personajes excéntricos que fueron a vociferar y a deslucir el acto y que tuvieron que ser reducidos. Tampoco hubo representación alguna de la Generalitat, y a las puertas del teatro, en plena Rambla, hubo la escenificación habitual de rechazo a cargo de este tumulto entre ácrata y separatista que en Cataluña maneja con habilidad la desazón del grito amenazante, más ácrata que apasionado, más enrabietado que político.

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