Diga 35

En el aire ·
«Nadie sospechó, ni los sindicatos firmantes en mayo de 2019, CC OO, UGT y CSIF, que el acuerdo sobre las 35 horas semanales podía revestir una intencionalidad diferente a la de devolver a los trabajadores públicos a niveles precrisis»

Laura Ríos

Valladolid

Viernes, 4 de octubre 2019, 07:31

Los 85.000 funcionarios que dan vida a la Administración regional están en pie de guerra. Nadie sospechó, ni los sindicatos firmantes en mayo de 2019, CC OO, UGT y CSIF, que el acuerdo sobre las 35 horas semanales podía revestir una intencionalidad diferente ... a la de devolver a los trabajadores públicos a niveles precrisis. El Gobierno del PP, con José Antonio de Santiago Juárez como responsable de la Función Pública, desenvolvió el caramelo a sabiendas de que sería otro el que tendría que dosificarlo. Cinco días antes de las elecciones, llegó a afirmar con rotundidad que ningún trabajador quedaría descolgado de este acuerdo. Esto me huele a la vieja estrategia del yo invito, pero tú pagas. Y el recibo de las 35 horas no es baladí, unos 120 millones de euros que tendrían un impacto directo en el cumplimiento del objetivo de déficit, ya difícil de cumplir.

PP y Ciudadanos tienen ahora por delante la obligación de cumplir con la regla de gasto, pero con la losa de un acuerdo al que se agarran los sindicatos y al que se suma el PSOE, con cierto tufillo preelectoral, todo hay que decirlo. Quienes lo ven más lejano son los docentes y los sanitarios. Me cuentan que algunos facultativos durante la consulta han actualizado el tradicional diga 33 por un diga 35. Esta fórmula tan popular les guía para evaluar la transmisión a la pared torácica de las vibraciones vocales. Estas pueden ser normales, aumentadas o disminuidas. Y es que lo normal (todo está bien, no hay enfermedad a la vista) sería que uno cumpla lo que firma. Podrían ser aumentadas (quizá sea una neumonía) y con ello, si no lo cumples, paralizo la Administración regional en octubre. Y la última de las opciones, las vibraciones podrían ser disminuidas (indicios de una pleuritis y neumotórax), si sigo adelante y te concedo las 35 tendré que recortar de otra parte. La ecuación no es sencilla y el diagnóstico a día de hoy es incierto. Nada está decidido, pero cuenta la cuenta corriente, el equilibrio entre los ingresos y los gastos.

De la incertidumbre autonómica a la certidumbre local de Valladolid. En el Ayuntamiento las cosas van bien y por esta razón los grupos municipales, salvo Vox y VTLP, han aprobado un incremento del gasto para sus cargos públicos. Esto supondrá un desembolso de 300.000 euros para otorgar unos salarios dignos a nuestros políticos y que estén a la altura de sus responsabilidades, para aumentar las dedicaciones exclusivas y para atender las necesidades de los grupos. Como diría aquel, Valladolid va bien, pero ya puestos, subamos el IBI y para compensar lo que viene, congelamos la tarifa del agua en 2020. En Valladolid no van tan bien las cosas, la desaceleración se palpa en el sector de la automoción, pero también en el turismo. Así que seamos más condescendientes y contemos hasta 35 antes de tomar decisiones que solo benefician a unos pocos.