Entre 'hostelería' y 'hotelería' hay numerosas diferencias, además de una ese. La primera va aguantando el tirón gracias a los clientes de la capital y alrededores que se sientan en esas terrazas kilométricas que lo ocupan todo. Pero los hoteles son un negocio al que ... no pueden socorrer esos mismos paisanos porque quedaría mal anunciar a la familia que esta noche vas a dormir en el Hostal Florido (¿se acuerdan?) para que los dueños hagan un poco de caja.

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En la época en la que estaba abierto ese establecimiento, el número de nuestros hoteles se contaban con los dedos de ambas manos, y solían alojar a toreros en septiembre y a representantes comerciales en cualquier época del año. Y pare usted de contar. Pero Valladolid creció y con ella el número y la calidad de la hotelería para alojar también a cantantes de moda, cinéfilos de la Seminci, algunos congresistas y, sobre todo, turistas atraídos por la merecida fama de la ciudad como capital del pincho, la tapa, la cazuelita y otras variedades gastronómicas.

Puede que esto resulte duro, pero no nos engañemos: la mayor parte de los visitantes actuales vienen a comer, a beber y, ya puestos, a fotografiar la catedral por fuera, actividades que todavía pueden hacerse en pandemia. Así que bares y restaurantes aguantarán gracias a la clientela local o de paso, pero hoteles, fondas y casas rurales seguirán una temporada sin comerse una rosca

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