Desidia

Todos los años me hago la promesa de intervenir en los presupuestos participativos municipales, una excelente idea del actual equipo de Gobierno. Lo que pasa es que lo voy dejando, lo voy dejando y cuando me quiero dar cuenta se han pasado los plazos ... y otros vecinos ya han expresado sus deseos para una ciudad mejor. Mi ausencia tiene que ver con la galbana que me provoca buscar el sitio donde pueda sugerir cosas, pero también con el convencimiento de que algunos pedirán lo mismo que yo, lo que justifica mi desidia. Por si fuera poco, tengo la suerte de escribir en este rincón privilegiado que me permite criticar algunas acciones y demandar otras. Pero, en fin, todo lo que han planteado esos siete mil y pico ciudadanos me parece estupendo y reconozco que las peticiones de años anteriores han mejorado notablemente zonas como la Plaza del Caño Argales, que estaba hecha unos zorros y ahora ha quedado guapa de verdad.