El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Efe

Demócratas contra Trump

Editorial ·

El moderantismo occidental hace campaña por Biden solo por evitar otros cuatro años más de imprevisibilidad y megalomanía

El Norte

Valladolid

Miércoles, 19 de agosto 2020, 07:52

La Convención Nacional Demócrata de cuatro días que, desde el siglo XIX, celebra cada cuatrienio el Partido Demócrata de los EE UU para designar al candidato presidencial y a su vicepresidente comenzó este lunes. La pandemia ha retrasado el evento, que debía haberse celebrado en ... julio, y ha convertido la clásica concentración en un espectáculo prácticamente virtual, organizado desde un pequeño centro de operaciones en Milwaukee (Wisconsin). La mayor parte de los actos y discursos se retransmitirán desde otros lugares. La vistosidad está asegurada porque el espectáculo se ha encomendado a 400 profesionales de primer nivel que aseguran la calidad. Como es sabido, los candidatos ya han sido designados —el veterano Joe Biden, vicepresidente con Obama, ha ganado las primarias, y hace una semana ha elegido como vicepresidenta a Kamala Harris, que compitió con él por la primacía y que abre un gran abanico a la diversidad—, pero falta el protocolario voto de los delegados, así como que los nominados pronuncien sus discursos de aceptación, que abrirán de facto la campaña electoral (los republicanos celebrará su convención la semana que viene). De momento, ya han comenzado las intervenciones, con la participación del matrimonio Obama y de Sanders. Trump ya ha interferido burdamente en la convención de los demócratas y ha afirmado que sólo perderá si hay fraude.

Publicidad

En esta ocasión, la continuidad o no de Trump resulta determinante. Su nulo sentido social ha inutilizado varios de los avances de Obama, en materia de sanidad pública por ejemplo; ha destruido el vínculo trasatlántico que aseguraba la unidad de acción de las grandes democracias; ha dejado en situación delicada el multilateralismo, hasta el extremo de abandonar la OMS y de poner en peligro instituciones como el G-8 y el G-20; ha quebrado la libertad comercial paralizando negociaciones y restaurando aranceles, y ha abierto un conflicto con China de proporciones incalculables… Además, el coronavirus sin control ha lanzado a Norteamérica al abismo de la recesión, algo que no sucedió en toda la etapa de Obama. El mundo entero está más pendiente que nunca de las elecciones de noviembre en EE UU, y no hay duda de que el moderantismo occidental hace votos para que Trump no repita en la presidencia. No tanto por los tímidos méritos de Biden cuanto por lo perturbador que resultarían cuatro años más de imprevisibilidad y megalomanía.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad