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Debilidades españolas
Análisis económico ·
Las pymes representan en España el 72% del empleo frente al 66% de media en la UESecciones
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Las pymes representan en España el 72% del empleo frente al 66% de media en la UELa consultora Oxford Economics es líder en pronóstico global y análisis cuantitativo, con el único modelo económico completamente integrado del mundo y 250 economistas de ... tiempo completo, y se dedica a rastrear, analizar y modelar las tendencias urbanas, industriales y de países para numerosos clientes públicos y privados. Uno de sus últimos trabajos lleva por título 'Por qué España es el mayor perdedor económico de la crisis hasta ahora', en él se examina algunos déficit que explicarían siquiera parcialmente por qué España está arrojando tan malos resultados económicos en los meses que llevamos de pandemia. En concreto, el PIB español experimentó en el segundo trimestre del año una contracción del 18,5%, superior a la de las demás potencias de Europa, con la única excepción del Reino Unido, cuyo PIB retrocedió el 20,4%. Ello se debió a una serie de déficit estructurales singulares, en parte alternativos a los habituales en los países desarrollados.
El primero de los déficit que anota el analista es la incapacidad de recurrir plenamente al teletrabajo cuando se produjo la ralentización de la actividad que derivó en el confinamiento español, que fue de los más largos de Europa y que, precisamente por la causa mencionada, excluyó a más gente de la necesaria de la actividad laboral. Como dijo en rueda de prensa Ángel Talavera, uno de los economistas que participaron en el informe, «los españoles se mantuvieron alejados del trabajo en mayor número y durante más tiempo» en comparación con cualquiera de las demás potencias del G-20.
La economía española está particularmente mal equipada para hacer frente a un shock que obligó a millones de personas a quedarse en casa durante semanas» [.] Algo que seguirá afectando a la actividad durante «un periodo prolongado». En efecto, «solo el 30% de los trabajos en España son susceptibles de hacerse de forma remota, un número que cae al 20% o menos en varias regiones [del país]», apunta la consultora, haciéndose eco de datos de la OCDE. El déficit de teletrabajo tiene un efecto multiplicador puesto que incrementa la demanda de transporte, produce costes adicionales -en inmuebles- a las empresas, etc.
El segundo elemento de nuestra precariedad frente al coronavirus es el sector turístico sobredimensionado que hemos construido, así como la dudosa calidad de gran parte del mismo. En efecto, según el World Travel & Tourism Council (WTTC), el turismo se ha convertido en el sector que más riqueza aporta a la economía española, con un total de 176.000 millones de euros anuales que representan el 14,6% del PIB además de 2,8 millones de empleos. Pero los empleos generados por ese sector, que en sí mismo es frágil y susceptible de altibajos aleatorios, son de pésima calidad. Los salarios son bajos por el escaso valor añadido que aportan, temporales porque el turismo es altamente estacional (España es el país de la Eurozona con más trabajo temporal). La predominancia del sector turístico ha causado una elevación importante del desempleo a pesar de los ERTE que han aplacado el golpe, lo cual ha suscitado a su vez una caída de la demanda interna, en un círculo vicioso infernal.
El tercer elemento que potencia la crisis es el pequeño tamaño de las empresas españolas, un problema detectado de antiguo que nadie ha tenido verdadero interés en enmendar. Las pymes representan en España el 72% del empleo frente al 66% de media en la UE. Según el informe, «las empresas más pequeñas suelen tener reservas de efectivo muy limitadas y tienen más dificultades para acceder a una financiación favorable», explica el economista. Por tanto, añade, «la interrupción de los ingresos inducida por la pandemia es un golpe mortal para muchas de ellas». Por añadidura, muchas pymes están vinculadas al sector turístico.
El cuarto déficit ha sido, según el Oxford Economics, la respuesta fiscal insuficiente que ha dado el Estado. Las ayudas de la UE a través del Fondo de Recuperación no se notarán hasta la segunda mitad de 2021, por lo que, en el corto plazo, «solo un apoyo fiscal sustancial por parte del Gobierno de España podría evitar quiebras generalizadas». Los ERTE, además, no pueden ser eternos. Con lo que la encrucijada es compleja y de difícil tratamiento.
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