Merecido Premio Formentor a Pascal Quignard

Estos días se celebra en Canfranc, en el Pirineo Aragonés, la XVI edición de las Conversaciones Literarias de Formentor, convocadas por Basilio Baltasar. Como apertura, la entrega del Premio Formentor 2023 al galo Pascal Quignard, autor de más de setenta obras, algunas de las ... cuales mezclan ficción y reflexión, nuestras favoritas –'Pequeños tratados' y 'Último reino'–. Para Quignard, la música, el arte y la belleza ofrecen el último refugio de lo sublime en un reino de caos. Sus personajes, perseguidos y condenados al mundo de las sombras por una sociedad mediocre, se reencuentran con el pasado, sumidos en el estruendo de las emociones internas al pie del acantilado del gran mundo. Dice Quignard que así como aquel que mira de frente a la Medusa se convierte en piedra, aquella que mira de frente la palabra que le falta tiene la apariencia de una estatua. Petrifica –escribe– el renacimiento de una emoción en la forma engañosa de un recuerdo y la tensión que sume la búsqueda del nombre inmoviliza el regreso por el que se afana. Sus protagonistas buscan el antiguo eco de Venus y Adonis, redivivo en las pequeñas grandes piedras volcánicas de la sensibilidad. El jurado ha estimado que Quignard merece el premio «por la maestría con que ha rescatado la genealogía del pensamiento literario y la destreza con que se sustrae a la banalidad textual». Ya solo por haber redescubierto para el gran público la viola de gamba, el violista de Luis XIV Marin Marais y su misterioso maestro Sainte Colombe gracias a la extraordinaria 'Todas las mañanas del mundo', el gran escritor se merece un trono entre los reyes de la gran literatura universal. Y esas elegancias estilísticas y temáticas, frente a la doctorancia de lo vulgar en estos tiempos desharrapados que corren, pertenecen ya al orden de lo sobrenatural.