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Cristina, Nines y Enrique, de izquierda a derecha, los hermanos Cubero. Alberto Mingueza
Adiós a Cubero y a tantas cosas
El espigón de Recoletos

Adiós a Cubero y a tantas cosas

«Hoy la calle es menos acaramelada y cremosa, y ofrece más tropezón vital»

David Felipe Arranz

Valladolid

Viernes, 2 de junio 2023, 00:28

Acaba de echar el cierre Cubero, la redondez del dulce, siempre demasiado, pero nunca suficiente. Ya saben muchos de nuestra enfermiza adicción al pastel de arroz con leche y cobertura de crujiente chocolate, que todo vallisoletano verdadero, arquetipo del castellano, amaba. Escribimos esto arrebatados ... por el síndrome de abstinencia. El valor de una confitería que ha prestado un gran servicio a la comunidad es inconmensurable: pero es que Cubero era también Museo monumental del azúcar y panoplia de cucharillas. Recuerdo la primera vez que probamos el susodicho pastel, y fue con los papás, que nos llevaban después a ver el Museo Nacional de Escultura. Más tarde llevamos a los amores, por aquello de recurrir a todas las armas de conquista, y por la expresión de sus caras –dignas de Emmanuelle– Cubero era un valor seguro.

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