El informe que cifra en 9.000 el déficit de médicos que afrontará España en un lustro constata una herida sanitaria que se agrava al certificar que los MIR se muestran especialmente reticentes a inclinarse por dos disciplinas tan esenciales para la buena marcha del ... sistema general como la de familia y la comunitaria. Es decir, la atención primaria que se ocupa del grueso de la población en la Sanidad pública, que gestiona a los pacientes crónicos o polipatológicos y que está llamada a activar el radar de los diagnósticos precoces. Si la erosión de este músculo médico ya es de por sí inquietante, con una falla añadida en la Psiquiatría que puede llevar aparejados males físicos, las señales de alarma deberían encenderse ante un paulatino envejecimiento social que obliga a contemplar la asistencia socio-sanitaria desde ópticas más amplias, rápidas y eficaces.
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El incremento, por ejemplo, de demencias como el alzhéimer están requiriendo de la detección temprana en los centros de salud, los más cercanos al ciudadano. Disponer de una Sanidad solvente pide profesionales suficientes, preparados para la excelencia y debidamente remunerados. Y exigir esas prestaciones llama a la sociedad a reconocerlos y apreciarlos.
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