Plaza de San Pablo, en Valladolid, donde se va a instalar la obra de Gabarrón 'Universo iluminado'. R. Gómez

La controversia de Valladolid

La Platería en llamas ·

«Vuelve al entorno de San Pablo el desencuentro entre la voluntad política y las buenas formas»

Rafa Vega

Valladolid

Miércoles, 23 de septiembre 2020, 07:26

Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda se zurraron de lo lindo bajo el encargo del emperador Carlos en la célebre Junta de Valladolid a mediados del siglo XVI. Uno, en defensa de los derechos fundamentales de los nativos americanos; el otro, en ... defensa de las obligaciones civilizadoras de la cristiandad enarbolada por el Imperio. Aunque ya ha llovido, aquella controversia tuvo lugar en la capilla del colegio de San Gregorio, hoy sede de nuestro impresionante Museo Nacional de Escultura, y contribuyó a fijar una pátina orgullosa en nuestra ciudad como lugar en el que se asentaron los cimientos de una declaración de los derechos humanos que aún anda pendiente de aplicación universal y voluntaria —la humanidad es sorprendente: se empeña en hacer lo justo solo cuando es debido, en obrar bien por obligación—. Lo que acaso no sospecharon ambas partes contendientes es que aquella junta y discusión serviría siglos después de motivo justificado para convertirnos en sede fastuosa, aunque no única, para la celebración de la creación de la ONU, ese organismo supranacional que tanto bien ha hecho en lugares donde tanto mal se hace y que, por otra parte, resulta a veces tan alejado de la realidad como pudiera estarlo la Confederación Intergaláctica plenipotenciaria de Star Trek.

Publicidad

Exposición mediante, y calzada entre su programación, en el Museo de Arte Contemporáneo, hasta aquí iría todo según lo acostumbrado: efeméride, celebración, instalación, nada que no forme parte de una dinámica política, entre pedagógica y divulgadora, entre socioeconómica y mercantilista digerida a estas alturas por la ciudadanía. Desde que a la Política se le exigen réditos de gestión empresarial apenas hay diferencias en el lenguaje y las formas básicas de manifestación institucional gobierne quien gobierne. Ni siquiera en los matices. Por eso, bajo una aparente normalidad en el fondo y en la forma, discurre una polémica que aún no ha brotado por completo, pero que se extiende y medra poco a poco entre artistas y ciudadanos disgustados por una decisión opaca e impuesta. Al 75 aniversario de la ONU se ha unido, como una oportunidad cósmica de alineación, como un destino sellado hace centurias, el natalicio de Cristóbal Gabarrón, autor de numerosas piezas —unas temporales y otras permanentes— asentadas en Valladolid. En esta ocasión será su instalación titulada 'Universo iluminado' la encargada de unificar en la Plaza de San Pablo ambas conmemoraciones, la personal y la universal. Su presencia redundará junto con las 'Puertas' o la de su 'Metamorfosis' al abrigo de las Cortes autonómicas. Podría decirse que cuando Valladolid despertó de la pesadilla que fue aquella interminable y devastadora crisis de 2008, Gabarrón seguía ahí. Sin embargo, su presencia, una vez más, auspiciada por la intervención política, no solo prueba su capacidad para codearse con tirios y troyanos, sino la propensión institucional a contradecirse ante voluntades que doblegan su soberanía. ¿Cómo explicar, si no, el desencuentro palpable entre la dirección del Museo Patio Herreriano y la concejalía de Cultura en este asunto, a pesar de la exquisita e impostada prudencia que lo rodea? Javier Hontoria, director del museo desde hace apenas hace año y medio tras un lento proceso de selección sometido a las buenas prácticas, habrá de lidiar con una injerencia a su gestión que puede considerar intolerable o anecdótica. Es decir: tragar o dimitir, liderar la rebelión o guardar silencio y esperar el levantamiento popular. Un dilema recurrente.

Napoleón también se alojó en la Plaza de San Pablo. Según Hilarión Sancho «no se le dio un viva, sino por los franceses y afrancesados, ni el pueblo se quitó el sombrero» pero dio orden de ahorcar a los exaltados.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad