Al final va a ser verdad que algo está pasando en el sector de la automoción. Quizá también sucede algo en el de la banca, tras asistir este viernes pasado al cierre de 32 oficinas del Santander en Castilla y León por un ERE global que afectará a 1.150 sucursales en España.
Llámenme agorero, pero sin ser doctor en Económicas, intuyo que algo deberían preocuparnos también los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, que indican estancamiento del consumo de los hogares (algo inaudito desde que se inició la recuperación) y retroceso de la inversión entre abril y junio.
Pero que nadie se alarme, porque, hete aquí que Standard & Poor's ha elevado la calificación de la deuda española hasta el nivel A con perspectiva estable. Con bombo y platillo han recibido la noticia los defensores de éxitos tan populares como el «Aquí no pasa nada» o el remasterizado «España va bien».
Los trabajadores que ya están empezando a sufrir en carne propia las consecuencias de una ausencia absoluta de responsabilidad política pueden dormir tranquilos, porque nuestra solvencia está a salvo y podremos seguir endeudando las arcas públicas para mayor gloria de quienes nos gobiernan. Lo dice nada menos que una de las agencias de 'rating' que, en el reciente pasado que todos tenemos en la memoria, dieron la máxima nota crediticia a activos hipotecarios basura.
Queridos políticos (y asesores), una humilde petición: dejen de pensar que son ustedes los protagonistas de 'Borgen' o 'El Ala Oeste de la Casa Blanca' y pónganse a trabajar en las cosas del comer de los ciudadanos. O eso, o prepárense para soportar abstenciones históricas que harán que muchos se pregunten, incluso, para qué les necesitamos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.