No me cuesta nada imaginar a los responsables de la vacunación en la región aplaudiéndose entre ellos cada vez que se cruzan en los pasillos, convencidos de que lo están haciendo divinamente para inocularnos a todos antes de que la espichemos. Frases del tipo «enhorabuena, ... consejera», «gracias a ti, vicepresidente, y hazme el favor de felicitar también al delegado territorial por esa gestión impecable» deben ser comunes estos días, lo que les llenará de felicidad encantados de haberse conocido y seguros de la eficacia de sus medidas para vacunar deprisa y bien.
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No obstante, es lamentable que se 'obligue' a la ciudadanía a enterarse por las redes sociales del día y hora que toca pinchazo, dejando fuera a quienes no tienen acceso a las mismas y a los que intentan descifrar el calendario en la página web de la Junta, que el domingo estuvo petada todo el día, y sé de lo que hablo.
Otra genialidad propia de estas cabezas pensantes es citar a los mayores a desplazarse veinte, treinta o más kilómetros para llegar al 'vacunódromo' de referencia sin tener coche o carné de conducir y con autos de línea que pasan por el pueblo de tarde en tarde.
Es difícil no estar contento con su gestión, y si no fuera porque toda ella me parece un choteo, pediría para los jefazos citados y algunos otros que me dejo en el tintero la medalla al mérito militar. El civil se lo tienen que currar un poco más…
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