Secciones
Servicios
Destacamos
No es un verano normal, de esos que se han mostrado habitualmente refractarios a ofrecer noticias de cierto alcance, de esos en los que el horizonte político mostraba una calima mortecina, de siesta fija discontinua, apenas avivados por alguna norma publicada en el BOE con ... premeditada y alevosa intención de colarla de rondón. No, este verano no es un verano cualquiera. Salvo, nos digan lo que nos digan, en lo climático. Calor soporífero, por horas, por días o por olas, siempre ha habido.
Desde el ámbito de la justicia, aunque no sea propiamente un órgano jurisdiccional, el Tribunal Constitucional nos ha mostrado su (im)postura en Pumpido, variedad de en pompa, propia para satisfacer los más libidinosos intereses ideológicos y políticos del poder, que nombró a su presidente y varios miembros para, entre otras cosas, regatear al Tribunal Supremo, actuando como una instancia ordinaria más para revisar sus fallos, y de paso burlarse de la democracia a través de la quiebra evidente e inaudita del principio de igualdad. Se van Chaves y Griñán de rositas tras sus fechorías como máximos exponentes de la millonaria corrupción de los ERE, ese fondo de reptiles al que al final Pumpido y Asociados han arrojado también nuestra Carta Magna. Un escándalo que nos pone en aviso sobre la ilimitada ferocidad de desgaste y colonización de las instituciones por el sanchismo.
Mientras tanto, asistimos a la paradoja de contemplar a un presidente de Gobierno que escribe, vicariamente, cartas sobre la situación de su esposa, la señora Gómez, mientras Begoña calla, muy legal y constitucionalmente, en el Juzgado en el que se sigue su causa por sus presuntos ilícitos penales en su cátedra de la UCM, ese armazón creado, ex profeso, para ser dirigido por quien ni siquiera tiene una titulación universitaria, aunque fuera una de esas facilonas. Que las hay, y cada vez más.
También, aquí, en territorio CyL, el verano resulta menos monótono y abrasador de lo habitual. La pataleta de Vox con los menores inmigrantes, y su distribución por Comunidades Autónomas, maniobra para sus adeptos clase Premium, evidencia la torpeza de los movimientos de piezas en el ajedrez de la política cuando el resorte es pura hormona o un homenaje extemporáneo a Atapuerca. Mañueco, al menos en esto, ha demostrado pulso y temple. El aire acondicionado de una firmeza suave y sensata. Lo que no es poco cuando las temperaturas favorecen el descontrol de impulsos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.