Toros de Raso de Portillo. César Mata
Opinión

Integridad

El rechazo injusto en Zaragoza a unos utreros de Raso de Portillo es una afrenta al sentido común y a un hierro que mantiene una impoluta hoja de servicios

Desde tierras mañas, Zaragoza en concreto, llegó la noticia del rechazo de los utreros que Raso de Portillo había embarcado para el coso de La Misericordia. Aquí, en estas páginas, publicamos días antes un amplio reportaje de esos utreros de la vacada con la historia ... más longeva de España. Fotos y nombres. Un aspecto impecable, sobrados de presencia, con buena romana, llenos, musculados. Con seriedad en sus caras. Tenían que haberse lidiado en el ruedo zaragozano el pasado lunes, pero en esa fecha ya estaban de regreso a los predios de bravo que se ubican entre Boecillo, La Pedraja de Portillo y Aldeamayor de San Martín. Uno por sobrepeso, otros por falta de trapío, con sospecha, dicen los veterinarios, de manipulación de las astas…

Publicidad

Difícilmente los aficionados pueden, podemos, conformarnos con el dictamen de quienes deben velar por la integridad de las reses que se lidian y que, habitualmente, hacen la vista gorda ante las evidencias. Desgraciadamente, se declara la utilidad de toros que se muestran notoriamente cornicortos. La longitud en los pitones suele resultar inversamente proporcional al número de billetes que cobra el diestro que se va a enfrentar a los toros propietarios de tales astas.

En esas corridas, las de farolillos, las de las figuras del escalafón, en las que los palcos y los tendidos, además del callejón, se llenan de políticos de alto rango, famosos y demás personajes, pese a lo evidente de la artificial comodidad de las encornaduras, las actas apenas reseñan incidencias. Si acaso, a sabiendas de la largura de la camada, se declara no útil algún ejemplar, a la espera de que llegue un nuevo camión que espera detrás de la esquina. Y no es la primera vez que los nuevos ejemplares no superan en presencia a los rechazados.

En este caso, claro, era una novillada. Y una ganadería cargada de leyenda, sí, pero no relevante para los mandamases del toreo. Una vacada íntegra que comandan dos criadores, Íñigo y Mauricio Gamazo, leales con la historia y con la integridad de sus reses. El animal rechazado por exceso de peso, habida cuenta de la pérdida que se produce cada día de estancia en los corrales, hubiera ofrecido en la tablilla un idóneo dígito para su lidia, y en cuanto a los rechazados por la sospecha de manipulación de las astas, no estaría de más que quienes ostentan la responsabilidad de examinar la utilidad de las reses conocieran el tipo zootécnico de cada encaste.

Publicidad

Quizá pretendían que un 'dionisio rodríguez' santacolomeño (procedencia más inmediata de Raso de Portillo) tuviera el desarrollo de sus astas con una longitud propia de un Samuel Flores. Un rechazo injusto que es una afrenta al sentido común y a un hierro que mantiene una impoluta hoja de servicios. Ante todo en Francia, por algo será.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad