

Secciones
Servicios
Destacamos
Mientras la inmortalidad sea un producto de ficción, y por eso precisamente, se impone el valor de la vida. La importancia del tiempo reside en ... su finitud, la circular limitación de cada minuto, el tránsito en su severa caducidad de las horas. El solemne discurrir de los días, como una procesión doliente y lenta como un lance de Morante, interminable como juicio frente a la abusividad de las cláusulas hipotecarias… Inaplazable pese a las inevitables prórrogas, tan engañosas, tan necesarias.
Y, de repente, un rato –casi dos horas– ajeno al móvil. Una hora y cincuenta y tantos minutos dedicados, exclusivos y excluyentes, para ver, y oír, 'El niño que domó el viento'. Una peli de 2019, en la que manan con fuerza algunas de las claves de la existencia humana, y de la relación con el entorno natural, cuando, como en este caso, no resulta amable sino hostil. Con ráfagas cruzadas sobre códigos sociales, religiosos… Tan lejos de un producto comercial como la estancia de Ábalos en el Parador de Teruel y un filme romántico y pegajoso de los domingos por la tarde.
Una película muy recomendable para una Semana Santa… rompedora. Lejos de la rancia y aburrida ortodoxia que asfixia la comprensión libre, y liberadora, de una existencia esperanzada.
El fantástico binomio de fe (religiosa y no) y ciencia, espiritualidad y razón. Fórmula de avance y de cohesión, de mejora y de autenticidad. Comprensión y ternura para afrontar los retos, utilización eficaz y eficiente de los recursos que se tienen a mano, tantas veces limitados, sí, pero sin duda en no pocas ocasiones insuficientes por falta de creatividad, por tener arrestadas capacidades para mirar las cosas –y las actitudes– desde nuevas perspectivas.
La fuerza del viento para saciar la sed de independencia, para ahuyentar el hambre extremo, esa pobreza que impide, racional y razonablemente, establecer lazos con una existencia trascendente, ayunos la mente y el corazón de un mínimo alimento bajo en desaliento y alto en proteínas anímicas.
(Casi) todo está en los libros. Incluida la frase sobre que nunca llueve a gusto de todos. Acaba de empezar el calendario procesional y ya hemos contemplado las primeras imágenes de cofrades desconsolados por la suspensión causada por la lluvia. Gotas de la misma agua que se ansía en tantos territorios africanos. Que se recibe con el rostro de una felicidad plena, en llanto desbordado.
Lágrimas tan diferentes, la misma agua.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.