Durante meses me he resistido a alimentar la polémica en torno a la celebración del 75 aniversario de Naciones Unidas y la exposición de Cristóbal Gabarrón en el Patio Herreriano, para evitar polémicas que pudieran perjudicar al Museo. No obstante después de escuchar esencialmente voces ... en contra de dicha muestra, considero oportuno manifestar mi criterio para que, al menos la ciudadanía a la que me debo, tenga posibilidad de contrastar la información y generar su propia opinión al respecto.
Resulta sorprendente el veto por parte del director del museo, cuya función debiera ser defender a los artistas del sectarismo
A mediados de febrero, el Ayuntamiento de Valladolid recibió la invitación de acoger la celebración del aniversario de la Declaración de Derechos del Hombre, un acontecimiento internacional especialmente relevante y conectado con nuestra ciudad, ya que en 1550 el colegio de San Gregorio albergó la controversia entre juristas y teólogos sobre el derecho de propiedad de los indígenas americanos, en la que destacó la figura de Fray Bartolomé de las Casas, considerado el precursor de los derechos humanos. Esta historia compartida nos llevó a valorar positivamente la celebración del evento, a cuyo programa se sumó el ofrecimiento de la Fundación Gabarrón de participar con una exposición, comisariada por el Catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Valladolid, Miguel Ángel Zalama. Tras varias reuniones, consideramos que la exposición tenía todo el sentido puesto que Cristóbal Gabarrón es un artista vinculado a Naciones Unidas con exposiciones en Ginebra, Estrasburgo, Basilea o Nueva York, además de tener obra en Valladolid. Por otro lado se daba la circunstancia de que el artista también cumplía 75 años, lo que parecía una coincidencia idónea para proyectar una retrospectiva que en principio iba a ocupar todo el Museo pero que, tras varias reuniones con la dirección del MPH, acordamos ocupara únicamente la planta baja. Desde ese momento no ha cesado la censura hacia el artista por un sector conectado íntimamente con el Director del MPH. Resulta sorprendente dicho veto por parte del director del museo cuya función, entiendo yo, debiera ser la contraria, es decir defender a los artistas del sectarismo y la reprobable censura ideológica. He de decir que en ningún momento desde el Ayuntamiento se ha hecho valoración de las exposiciones proyectadas para el museo por su dirección, a pesar de la caída de más de un 20% de visitantes, en el último año y medio.
No se ha hecho valoración de las exposiciones proyectadas, a pesar de la caída de más de un 20% de visitantes
Según entiendo el único argumento legítimo para censurar a un artista ha de ser el criterio estético y creativo puesto que el arte es expresión de la singular cosmovisión del artista, sin sometimiento a reglas éticas o condicionamientos morales. En este sentido Cristóbal Gabarrón guste más o guste menos es Premio Ciudad de Murcia, premio de Pintura de la II Bienal de Dubrovnik, Premio Castilla y León de las Artes, Premio Laurel de Cultura, y ha expuesto en Estrasburgo, en Suiza o en Portugal. He de decir que algunos artistas cuyas obras han colgado de las paredes del MPH carecen de un CV tan extenso sin que ello, lógicamente, haya supuesto crítica alguna por mi parte, todo lo contrario, he apoyado y loado públicamente cada exposición que se ha inaugurado en el Museo. Entonces, ¿cuál es la razón artística del ataque a Cristóbal Gabarrón? Los censores argumentan que la exposición es una intromisión por parte de los políticos en el MPH pero mucho me temo que quienes manifiestan esta opinión ni pisan a menudo el museo, ni conocen su naturaleza jurídica porque es necesario explicar que el MPH es un espacio público, sostenido íntegramente con fondos públicos y como tal sirve, como indican los Estatutos de la Fundación Municipal de Cultura de la que forma parte, a los intereses de la ciudad, representados por quienes hemos sido legítimamente elegidos. De ahí que, cuando hemos considerado oportuno, se han desarrollado en el Museo conciertos, espectáculos teatrales, el programa A cielo abierto, ciclos de cine, cumbres internacionales y el pasado martes, sin ir más lejos, la gala de entrega de premios del concurso provincial de pinchos. Pues bien, sobre ninguna de estas actividades ajenas al arte contemporáneo –si bien contribuyen a mejorar sustancialmente las cifras de visitantes–, he recibido crítica alguna… curiosamente ante la celebración del 75 aniversario de Naciones Unidas, con una exposición de un artista que cumple también 75 años, vinculado a Valladolid y a la ONU y comisariada por un catedrático de la UVA, salta la censura y la crítica de intromisión… saque el lector sus propias conclusiones.
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