Castilla y León, electoralmente, existe
Existe en Castilla y en León una tendencia decreciente de voto a la derecha a medida que aumenta el tamaño del censo
Álvaro Sánchez García
Jueves, 23 de abril 2020, 08:32
Secciones
Servicios
Destacamos
Álvaro Sánchez García
Jueves, 23 de abril 2020, 08:32
Tal día como hoy de 1521, nuestros antepasados castellanos, liderados por los comuneros Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, se enfrentaban a las tropas «realistas» defensoras de Carlos I – y V de Alemania – en Villalar de los Comuneros. Un año después de que ... estallasen las revueltas en contra del rey en la Corona de Castilla, ambos ejércitos se daban cita para medir fuerzas. Casi 500 años más tarde, sus descendientes seguimos conmemorando la cruel derrota sufrida en el municipio vallisoletano. Sin embargo, para algunos, hoy estamos inmersos en otra batalla, en este caso, dialéctica – afortunadamente –, entre los autonomistas leoneses y los «unionistas castellanoleoneses».
Lo que debería ser un día de fiesta y unidad para nuestra comunidad, se convierte en un día rodeado de polémica. Los partidarios de la Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca) inundan las redes sociales con mensajes que atacan la legitimidad de dicho festejo, así como la propia existencia de nuestra Comunidad Autónoma. Máxime, cuando se trata del primer 23 de abril después de la famosa moción del Ayuntamiento de León, en la que se instaba a las Cortes de Castilla y León a tratar la constitución de la Región Leonesa como Comunidad Autónoma independiente.
Estos debates regionalistas vienen auspiciados por el reconocimiento de hechos diferenciales en un sentido histórico o cultural, que pueden tener su traducción en la perspectiva del compartimiento electoral. Y es que, ¿nos comportamos igual los castellanos y los leoneses cuando vamos a las urnas?, ¿vamos de la misma forma? Las dos elecciones de 2019 nos ofrecen certezas de que tal vez no somos tan diferentes como creemos ser.
Los datos del Ministerio del Interior indican que unos y otros votamos prácticamente igual en el eje tradicional de derecha-izquierda, aunque el porcentaje de voto fue ligeramente más alto en Castilla que en León.
En este sentido, el gráfico 1 representa el voto medio por bloque – izquierda (PSOE y Unidas Podemos) y derecha (PP, VOX y Ciudadanos) – en las elecciones del 28 de abril y 10 de noviembre, para los distintos tamaños de municipios. Aparentemente no existen diferencias significativas entre los municipios de Castilla (correspondientes a las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid) y los de León (provincias de León, Zamora y Salamanca).
Como se muestra, existe una tendencia decreciente de voto a la derecha a medida que aumenta el tamaño del censo. Es decir, tanto en Castilla como en León, existe un electorado rural orientado a opciones más conservadoras.
Mientras, existe un patrón diferente en el voto a la izquierda, ya que el porcentaje de voto medio aumenta a medida que los municipios son más habitados. La excepción en este casto son las grandes ciudades (de 40.000 habitantes o más) donde se observan ligeros descensos. Este hecho provoca que en ninguna de las regiones la suma del PSOE y Unidas Podemos consiguiesen alcanzar el 50% del voto medio en los comicios de 2019.
Dicho esto, desde una perspectiva participativa, ¿votamos en la misma proporción?, ¿alguna de las regiones vota más? La respuesta la encontramos en el gráfico 2. Este nos representa la media de participación en las elecciones del 28-A y 10-N para cada tamaño de municipio. En un análisis preliminar, podemos observar como en este caso, sí existieron patrones diferenciales más marcados.
La participación para cada tamaño del municipio fue mayor en Castilla que en León. De este modo, Castilla adquirió participaciones medias que oscilaron entre el 72% y el 78% en abril y noviembre, mientras que León, en el mejor de los casos, llegaba al 73%. Estos procesos, en ambas regiones, contaron con más participación del mundo rural.
En definitiva, los resultados nos muestran, desde una perspectiva de la geografía electoral, que no existen patrones diferenciales entre ambas regiones. Es más, tanto Castilla como León, comparten una misma base rural en términos electorales; con orientaciones políticas más conservadoras y con mayores tasas de participación. Por tanto, al igual que diferentes comunidades limítrofes votan diferentes (Galicia y Asturias o Murcia y Valencia), en nuestra autonomía no existe ese comportamiento electoral diferencial. Castilla y León, en términos electorales, existe; aprovechemos y celebremos todos nuestro día.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.