Carta del Pisuerga al Potomac

Tengo escrito que ahí empezó el siglo XXII, con Batman y Búfalo Bill en la versión gringa del golpe de Tejero, pero con pestazo a Budweiser mal digerida y avinagrada. O acabó -el siglo, digo-. Porque sostengo que la Historia podría haber sido otra, a Trump podía haberlo suavizado el cargo. Trump podría haberse dejado mecer menos por la testosterona y, qué sé yo, haber dejado de ponerle aranceles al Ribera, que sabemos que el vinillo californiano es bacalá pura.

A Trump, sin pandemia, habría que llevarlo a lo de las Edades del Hombre a que se ilustrase en la piedad. Y después a un lechazo en los sitios que conoce Peláez, hoy tristemente a media asta, y donde las lágrimas son de colesterol del bueno y por los pobres veganos, tan anémicos ellos.

La Historia de estos cuatro años, con el botarate de Corea del Norte y con el ruso del KGB en la ristra, podría haber sido otra. Quizá mejor. Pero a Trump le pudo lo peor que le pueden a los hombres: el disparate de quien se cree ungido para la Eternidad y un coro de mononeuronales que le aplauden.

En cuatro años ha dejado lo que ha dejado: un páramo y los modelitos de la consorte, cada día más 'must'.

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