Ramón García, el hombre de la sonrisa por bandera
El periodismo fue quien le trajo a Valladolid, como redactor jefe de 'Diario Regional'. Y en Valladolid trabó honda amistad con Miguel Delibes, con quien compartió largos días de amistad y de complicidad literaria
Los niños le adoraban. Adoraban a sus personajes, algunos de los cuales, como Renata o la Zurdita, llegaron a tener sus propios clubs de fans. ... Pero sobre todo le adoraban a él. Los niños, decía, son el público más exigente que existe. Pero él sabía muy bien metérselos en el bolsillo. Y llenaba auditorios y plazas en Valladolid, en España o en América. Ramón García Domínguez (Barcelona, 1943) fue, además, escritor de relatos, ensayos y obras de teatro. El biógrafo oficial de Delibes, y su amigo más cercano, el que le acompañó en los últimos paseos de su vida. Y también periodista incansable, en cabeceras como
'Diario regional' y 'Hoja del Lunes', además del gabinete de comunicación de Fasa-Renault. Y, sobre todo, colaborador hasta el último día en las páginas de El Norte de Castilla.
Siempre pudo con todo, excepto con la infección, combinada con neumonía, que se lo llevó por delante. Junto a él estaban su mujer, Upe, y sus hijos Gerardo y Ciro. Desde Londres ha venido Josefina, su hija y la madre de «los inglesitos», los nietos que le alegraron con sus aventuras los últimos días de su vida. Nacido en Barcelona, la infancia y la juventud de Ramón García se desarrollaron en Corella. Vivió en Bilbao y en Guinea, estudió Periodismo en Navarra, y nunca dejó de estar profundamente vinculado con su «tierra natal», Navarra, como él mismo decía y como corroboraba también, tan generosamente, la Enciclopedia Auñamendi.
Los niños le adoraban. Adoraban a sus personajes, algunos de los cuales, como Renata o la Zurdita, llegaron a tener sus propios clubs de fans. Pero sobre todo le adoraban a él.
El periodismo fue quien le trajo a Valladolid, como redactor jefe de 'Diario Regional'. Y en Valladolid trabó honda amistad con Miguel Delibes, con quien compartió largos días de amistad y de complicidad literaria, conociendo muy de cerca las primeras versiones de algunos de sus libros. Sobre Delibes escribió algunas obras como 'Miguel Delibes: un hombre, un paisaje, una pasión' (1985), 'Miguel Delibes: la imagen escrita' (1993), 'El quiosco de los helados: Miguel Delibes de cerca' (2005 y 2010) o 'Miguel Delibes: vida y obra al unísono' (2012).
Autor de referencia en la literatura infantil, con 'Renata toca el piano, estudia inglés, etc.' ganó el Premio Ala Delta en 1992. Sólo una entre el medio centenar de referencias de libros infantiles y juveniles que publicó, desde el primero, 'La tortuga, el hipopótamo y el elefante', publicado en 1976 hasta uno de los últimos, 'Mi primer Quijote', que daba cuenta además de la inmensa vocación cervantina del escritor. Algunos de estos cuentos se publicaron por entregas en El Norte de Castilla, donde han aparecido además series completas dedicadas a Miguel Delibes o su popular contraportada de la Zurdita, con los dibujos de Susana Saura.
Hablando del querido y ya añorado Ramón García Domínguez no es posible olvidar sus relatos, sus ensayos, su amor por la poesía clásica y, sobre todo, sus trabajos relacionados con el teatro. Quizás la que ha sido la más grande de sus pasiones. Premio de Teatro Breve Ciudad de Valladolid en 1978 o premio Barahona de Soto, de Córdoba, em 1983, colaboró activamente en algunas de las adaptaciones teatrales de las obras de Miguel Delibes, y él mismo fue autor de éxito… Muchas facetas en una sola persona: un hombre que tuvo la sonrisa por bandera hasta el último de sus días, y que hizo de la «retranca», al estilo de su amigo Delibes, casi un modo de vida. Un amigo radicalmente inolvidable.
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