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Carles Puigdemont. David Borrat/Efe
De políticos y presos
El avisador

De políticos y presos

«Ante el hostigamiento conjunto de los otros dos poderes del Estado, la judicatura ha conseguido hacer de la debilidad su fuerza. O por lo menos su resistencia. O su encastillamiento»

Carlos Aganzo

Valladolid

Sábado, 1 de junio 2024, 08:54

A cinco meses de las elecciones presidenciales estadounidenses, el gallo Trump ha cosechado nada menos que 34 condenas judiciales. Algo que no le impedirá, si gana, volver a instalarse en la Casa Blanca. O, en su defecto, regir los destinos del otrora país más ... poderoso del mundo desde el trullo. Allí es posible algo así. Tan posible como que aquí un prófugo de la justicia pueda aspirar legalmente a la presidencia de una comunidad autónoma. Lo sé, no es fácil de asimilar para todos aquellos que están entre rejas y no son políticos. Ni ricos. En sus memorias, Santiago Carrillo recordaba casi con nostalgia las instalaciones de las cárceles 'políticas' españolas en los momentos anteriores a la guerra incivil, cuando todavía gozaban de todo el confort de la Restauración: gobiernos enteros que entraban o salían de prisión según el resultado de las urnas. Después vino Berlanga con su sátira 'Todos a la cárcel', donde demostró que desde el patio de una prisión se podían dirigir negocios, partidos políticos e incluso países.

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