Euro política y Eurocopa

Porque de Europa, con el último revés de Suiza a las tesis del juez García Castellón sobre el terrorismo de Puigdemont, o la mediación entre PSOE y PP para tratar de desbloquear la eterna parálisis del CGPJ, sin duda van a venir muchas de las respuestas a nuestra desastrosa política nacional. Empezando por una nueva posición conjunta de la política exterior europea en lo referente a Ucrania o a Gaza. Continuando por la propia situación de Puigdemont y los fugados de Cataluña. Y terminando, en ese mismo sentido, por el verdadero alcance de la ley de amnistía, que tendrá que sufrir un ajuste europeo antes de que los jueces españoles proclamen abiertamente su desafío, ante una decisión política que consideran, en su mayoría, contraria a derecho. Un capítulo grave, por cierto, que esta misma semana ha llevado al presidente del Gobierno a dar un paso más en su desafío a los principios de la democracia, limitando la soberanía, con aire septembrino, únicamente al Parlamento (imaginamos que se refería al Congreso), y volviendo a ignorar ese artículo 1.2 de la Constitución del 78 donde se proclama que «la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado». A saber, todavía legislativo, ejecutivo… y judicial.

No ayudan mucho en el conflicto, desde luego, esas declaraciones de Sánchez, como tampoco ayuda en absoluto el ultimátum lanzado al Partido Popular para desbloquear el CGPJ. Entre medias, la propuesta de Vicente Guilarte para resolver de manera consensuada ha terminado por sumir en el desconcierto a las dos partes en litigio. Nadie se fía de nadie. Y mucho menos de la honorabilidad del adversario. No sabemos si en la fortaleza de la judicatura se han quedado ya sin provisiones, sin fuerzas o sin esperanzas, pero el caso es que hay pocos que apuesten de verdad por que el desbloqueo se pueda producir en estos días de descanso, después de tantas elecciones. Por más que sería lo deseable, como dice el vallisoletano.

En cualquier caso, y tras comprobar que España apenas se ha movido en su intención de voto desde las generales de hace ahora un año, el único factor determinante de la pervivencia o no del Gobierno sigue siendo el factor Junts. Lo que ocurra o no ocurra en estas próximas semanas con la formación del gobierno catalán será clave para ver que ocurre finalmente con la resistencia de Sánchez. Algo, en todo caso, que no ocurrirá esta semana que viene, porque la única realidad posible estos días para millones de europeos será la del terreno de juego en los diferentes enfrentamientos de la Eurocopa. En eso pensarán los alemanes antes de decidir si se presentan o no se presentan voluntarios para el ejército, ante la posible extensión de la guerra más allá de Ucrania. O los franceses, que con Macron o sin Macron parecen haber perdido definitivamente las riendas de Europa. Y sobre todo los españoles que, según dicen, en 2023 hemos consumido un poco menos de cerveza que en 2022. Motivos para la preocupación no faltan.